No es un título de película de Vaqueros de Gary Cooper o Henry Fonda, es la realidad que se vive en La Laguna, y la afición y su equipo van por más, se podría pensar que después de eliminar a los Diablos Rojos lo que venga (pase lo que pase) es ganancia para Vaqueros Laguna. De ninguna manera la escuadra naranja ahora busca desquitarse de la humillante barrida sufrida en el 2004 ante los Saraperos de Saltillo.
Es cierto, el actual equipo lagunero nada tiene que ver con el del 2004, es más, el actual Vaqueros nada tiene que ver con el de los primeros cuatro meses de temporada, desde julio a la fecha la novena dirigida por Derek Bryant es otro equipo, lograron lo que ningún conjunto coahuilense había conseguido en la historia, eliminar al México en playoffs, además los Diablos nunca habían perdido en casa un juego siete hasta que conocieron a la furia naranja.
Saltillo viene calificando en forma consecutiva desde 1999, pero como es de todos conocido el mote bien ganado del "ya merito" sigue siendo la maldición de esta novena. Fue noticia previo al inicio de la temporada la impaciencia de su propietario Juan Manuel Ley que amenazaba con tirar la toalla y vender al equipo, ante esta situación los habitantes de Saltillo ven como una inyección de ánimo conseguir el campeonato y por supuesto se piensa en la capital de Coahuila, que con la eliminación de la potencia llamada Diablos Rojos, el camino rumbo al tan obsesionado título es más factible. De hecho, se recibió con agrado la noticia en la tierra del sarape de que el rival en turno serán los Vaqueros. Seguramente recuerdan aquella seguidilla de seis encuentros en Saltillo a la mitad de la temporada cuando los Saraperos ganaron 5 de 6, pero al final de cuentas después de quince encuentros en la temporada regular Vaqueros ganó siete y perdió ocho, bastante pareja la serie, ¿no creen?
Un dato, los dos mejores lanzadores de Saltillo, José Mercedes que en este momento en la postemporada totaliza catorce entradas sin permitir carrera y Rafael Díaz, fueron "acribillados" por la ofensiva naranja en temporada regular, a Mercedes siete carreras limpias en tres y dos tercios, mientras que a Rafa 18 carreras en quince y dos tercios.
Una vez más los favoritos son otros, ¡qué demonios importa! Los naranja de Bryant siguen cabalgando rumbo al tercer título, provocando la sonrisa de dos grandes que se encuentran en el verdadero Salón de la Fama, Martín Dihigo y don Memo Garibay, que en 1942 y 1950, respectivamente, llevaron a la gloria a la organización lagunera. ¡Todos al parque, que sigue el baile!
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