El tango sigue en serio en Argentina, y a una sola jornada para terminar las eliminatorias en Sud-américa la angustia e incertidumbre sigue acompañando a los corazones albicelestes. A tal grado ha llegado el drama, que Argentina está todavía a expensas de tres resultados, se va directa al Mundial, se va a la repesca (en este momento contra Honduras) o se va muchísimo a la fregada, o sea, quedaría eliminada.
Tiene que ganar en el Centenario a Uruguay para olvidarse de combinaciones, en caso de empate sumaría 26 puntos, Uruguay haría 25 y si Ecuador vence al ya calificado Chile arribaría a 26, los argentinos, que tienen mejor diferencia de goles, entrarían directo, los ecuatorianos al repechaje y los uruguayos fuera.
Si Argentina pierde se quedaría con sus 25, los charrúas por lógica llegarían a 27, calificándose directos, los chés tendrán que esperar que Ecuador no gane, de lo contrario les arrebatarían el medio boleto.
En estos momentos la prensa argentina está consciente de lo mal que juega su selección y de lo inexplicable que esto es, con tantos buenos jugadores cómo es posible que sufran hasta lo indecible para ganarle al desahuciado Perú, con un gol en fuera de juego de Palermo. La respuesta que no quieren reconocer, que se niegan a decirla a los cuatro vientos es lo mal técnico que es Maradona. Uno pensaría que un grupo de talentosos futbolistas con la motivación bastaría para hacerlos funcionar de manera correcta, pero resulta lo contrario, es tan enorme, tan gigantesca para ellos la presencia de Diego Armando, que los ahoga, los aplasta, no les da capacidad de discernimiento en la cancha y terminan por jugar tensionados. Un ejemplo claro es el stress que apabulla a uno de los mejores tres futbolistas del orbe, Lionel Messi; cómo explicar lo mal que juega con la albiceleste y el portentoso jugador en que se convierte con el Barcelona.
Este miércoles en Uruguay, el morbo, la pasión y lo que usted quiera agregarle, estará en el legendario Centenario de Montevideo, y para colmo un resentido Marcelo Bielsa (despedazado por la prensa argentina después del fracaso mundialista) tiene en sus manos si va con todo contra Ecuador o va con suplentes y sin muchas ganas de vencer a los ecuatorianos.
Si Argentina se queda fuera resonarán fuertemente las notas del tango "Tres esperanzas" de Enrique Santos Discépolo: "No doy un paso más, alma otaria que hay en mí, me siento destrozao, ¡murámonos aquí! Pa qué seguir así, padeciendo a lo faquir".
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