Llegó el momento de intentar regresar a la normalidad si es que después de lo vivido esto es posible. Fue una noche de encantamiento, nos volteábamos a ver unos a otros y nos preguntábamos, ¿estamos en La Laguna? La sensación era de estar disfrutando de esa suntuosa noche en otra ciudad, incluso en otro país. Con el espléndido estadio lleno de luces que por momentos nos revelaba la magnitud de la entrada. Más de 30 mil asistentes. Una cantidad nunca vista de playeras santistas poblaban el fascinador escenario.
El show de luces pirotécnicas, Ricky Martin, las porristas de Santos de Nueva Orleáns, las coreografías, las proyecciones en el domo de plástico, todo el programa inaugural superó con creces los detalles que faltan por afinar y las molestias para poder llegar e ingresar al Corona.
Aquí es prudente hacer un alto, la presencia de nuestro Presidente exigió un filtro de seguridad de ingreso al estadio extremadamente riguroso, tardado y molesto, pero según los tiempos que vivimos, absolutamente necesario. Los accesos viales al estadio, en cuanto se tenga oportunidad, deberán de ser modificados por completo. Se habla ya de un plan de hacer una carretera de cuatro carriles que rodee el inmueble. Se tendrán que construir al menos un puente elevado para aliviar el intenso tráfico, obras que se necesitaban incluso antes de la construcción del TSM.
Este domingo contra el América se espera otro lleno, los detalles que se pasaron por alto en la inauguración seguramente serán corregidos. El Estadio Corona estará al cien por ciento terminado hasta el último detalle para inicio del próximo torneo, por el momento está en condiciones de prestar un servicio digno a sus visitantes y juego a juego se harán las pequeñas adecuaciones para que el aficionado tenga una confortable velada.
Una vez más el público lagunero rebasó las expectativas, literalmente se volcó a disfrutar de su nueva casa y acabaron con todo antes de lo previsto, comida y bebida se agotaron antes de que concluyera el programa de inauguración. Después de esta experiencia se tomarán las medidas para el domingo.
El asistir a espectáculos masivos siempre implica molestias naturales, sobre todo cuando se forman filas para entrar al estacionamiento y para llegar a tus lugares dentro del estadio, aún así estamos seguros de que para el juego contra las Águilas y el inicio de la liguilla, ya sin la seguridad extrema que significa la presencia de un jefe de Estado, la historia será radicalmente diferente.
El cierre del torneo será al más puro estilo lagunero, a las cuatro de la tarde se dará el silbatazo inicial, nada que ver con el frío intenso que nos tuvo al borde de la hipotermia el pasado miércoles. Los Guerreros ya conocerán a qué le tiran en el inicio de la liguilla y sus fieles seguidores le darán una muestra a los muchachos de Chucho Ramírez, los que esperan al rival en turno en el inicio de la fiesta de postemporada. Estadio hermoso y nuevecito, pero el mismo y legendario apoyo del Territorio Guerrero, que así sea.
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