Ha terminado la actuación de Santos Laguna en el Apertura 2009 con un final sumamente desagradable para todo el Territorio Guerrero.
La forma en que se cayó en Morelia no fue digna para un aspirante al campeonato. La confusión hizo presa de los jugadores laguneros hasta caer fácilmente ante la Monarquía. No se pide quedar campeón en cada torneo, eso es un deseo del más recalcitrante fanático de cualquier parte del mundo, pero caer dignamente, peleando, forzando al rival, llevarlo al límite, que sude sangre para vencerte, como lo hizo San Luis ante Toluca o Puebla contra Cruz Azul, eso es lo mínimo que pide un aficionado a su equipo que se encuentra entre los ocho mejores del torneo. No fue así, al contrario, Santos quedó eliminado sin presentar resistencia, no fue un digno rival en Morelia.
Vienen las vacaciones y a planear todo el proceso de cara a la Interliga y el arranque del próximo torneo de liga, la pregunta es ¿con el mismo cuerpo técnico? La actuación de Sergio Bueno, invicto en casa, con nueve sin perder seguidos y regresando a la liguilla pero siendo eliminado humillantemente en primera ronda, ¿merece repetir?
Hasta este momento, aún fresca la eliminación en la mente de los seguidores santistas, la percepción es que no quieren a Sergio al frente del equipo. La directiva guerrera no se ha pronunciado al respecto, porque lo más seguro es que para ellos no hay por qué pronunciarse acerca del tema del director técnico, es decir, para los dirigentes Sergio Bueno es el entrenador y no hay hasta el momento por qué poner en tela de juicio su permanencia.
Sergio intentó revolucionar el futbol, todos los directores técnicos del mundo buscan afanosamente su once ideal, y cuando lo encuentran, esto va aparejado con resultados, la felicidad es completa; por supuesto que deben de tener tres o cuatro hombres de repuesto para cualquier contingencia, ejemplo claro fue cuando los aficionados santistas recitaban sin problemas las alineaciones titulares de Alfredo Tena, Fernando Quirarte o Daniel Guzmán, por mencionar a los más exitosos, en el entendido de que no siempre esto te garantiza ganar los partidos, sobre todo si no cuentas con elementos de calidad, este no es el caso.
Sergio siempre planeó sus estrategias tomando en cuenta el rival, cambiando drásticamente sus alineaciones y formaciones, si América tiene como arma el juego aéreo, pongo a gente de estatura y siento a Figueroa, si Morelia juega bien por los extremos ahí tengo a Paco Torres y siento a Mares, si se me lesiona Ludueña, no voy con mis cuatro volantes de mayor actividad como Arce, Juan Pablo, Quiñónez y Lorito, no, no señor, si ahí tengo a Cárdenas. Siempre preocupándose de lo que te presente el rival, esto a la larga causó inseguridad en sus dirigidos, más ocupados en anular a su rival que en desarrollar su propio juego. Todo parece indicar que para la directiva lagunera el principal problema a resolver para los próximos torneos no pasa por la dirección técnica sino por los jugadores, de ser así ojalá no se equivoquen y para empezar el año no caería nada mal un boleto a la Libertadores.
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