EL DOYER
Cada vez que llego a visitar a mi papá en su casa, invariablemente me recibe con ladridos de desaprobación el Doyer. Aunque dichas visitas no son muy frecuentes, siempre, el Doyer va y me ladra furiosamente al vehículo en el que llego, hasta la casa de mi papá, casa en la cual yo viví de soltero.
El Doyer es un ejemplar de raza poodle de edad mediana y de una estatura aproximadamente de 50 cm. Los propietarios de este bello y celoso guardián son vecinos inmediatos de la casa de mi papá, y el Doyer, que pasa gran parte del tiempo en la calle pegado, a la puerta de su casa, era querido por los vecinos de la cuadra, a los cuales reconocía, cuidaba y quería, demostrándoselos a su modo, acercándose a ellos con una actitud alegre y con un meneo incesante de su cola.
Los perros como este poodle del que les platico son muy celosos de su deber y lo demuestran ladrando siempre, avisando cuando un extraño se acercaba a su casa o a la de las casas inmediatas vecinas, como es la de mí papá.
A mí, pienso yo, que no me quería, pues detectaba en mí el clásico olor de un veterinario, y así como los niños muy chicos le temen al pediatra o los pacientes enfermos de algún diente o muela le temen al dentista, o también muchas de las personas, no vamos me incluyo con mucho gusto a ver a un médico, por miedo a algún diagnóstico de alguna enfermedad que no sea de las comunes, gripes, dolor de cabeza, cortadas, algún problema de piel, etc. por tener pues, un temor infundado e injusto al médico. Bueno, pues pienso que debido a este tipo de miedo el Doyer no me quería y me ladraba frecuentemente como un acto protocolario de bienvenida y de despedida en cada visita a casa de mi papá. Jamás el perro intentó morderme, jamás vi en él, el más mínimo intento por agredir a nadie, y a mí en mi interior me daba gusto que lo hiciera, pues entendía que lo hacía por cuidar.
Más o menos de un mes para acá, cuando he ido a visitar a mi papá, he extrañado este jovial recibimiento, y al preguntar a mi familia por el perro me dieron la noticia, de que este vigoroso y expresivo poodle había fallecido, desde entonces los vecinos lo extrañan, mi sobrino Érick que es un niño, fue a llorarle a la puerta de su casa, y yo tonto como soy, que quisiera que todo lo que quiero especialmente mis seres queridos, los animales y las cosas que aprecio, siempre estuvieran ahí, lo sé porque me conozco que lo voy a extrañar a ultranza.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
Rara virtud, es la gratitud.
Miguel_daviladavila@hotmail.com
Pily: (izquierda), hembra, 6 meses, muy noble y tranquila, simpática, juguetona, excelente compañera, esterilizada, desparasitada y vacunada, ando en busca de un hogar donde quieran mi compañía.
Piri: (derecha), hembra, 2 meses, esterilizada y desparasitada, alegre, juguetona, gran compañera... ¡adóptanos!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.