¿Buscamos un médico o un santo milagroso?
No nos gusta ir al médico cuando nosotros nos sentimos enfermos, ni tampoco nos gusta llevar a nuestra mascota a consulta, pues pensamos que la enfermedad que tenemos amo o mascota no es para tanto, o bien nos da miedo enfrentarnos a la realidad de un diagnóstico desafortunado, hecho por nuestro médico.
Yo como veterinario soy muy estricto con la atención y el tratamiento, así como con el seguimiento de la enfermedad por los dueños hacia con sus mascotas, pero yo, me siento mal cuando visito al médico. Si me sintiera bien iría con toda tranquilidad a verlo, pero cuando me siento mal, me da pena y miedo ir a la consulta, así que como ustedes verán "soy candil de la calle".
Yo como paciente, dejo mucho que desear, pues generalmente cuando voy con el médico, éste me ausculta, posteriormente de manera precisa me da indicaciones sobre los cuidados y el posible tratamiento a seguir. Casi de manera invariable un médico u otro me dice lo mismo para su edad en general está bien, yo no sé si esto es un halago o una consigna y continúan diciéndome, ya quisiera que mi papá o mi tío estuvieran como usted, y aunque es un cumplido hacia mi persona, sobre todo venido de un médico, les respondo como decía mi abuelita, si no estoy enfermo del semblante.
Casi siempre salgo con un afán positivo, motivado después de la consulta, dispuesto a cuidarme y no darme a la congoja.
Lo malo es que la motivación sólo me dura unos días, y después pienso, si ya de por sí me cuido mucho, total "poco veneno no mata" y regreso a los malos hábitos de la no adecuada alimentación.
Yo creo que lo que me pasa a mí, es similar a lo que le pasa a la mayoría de las personas, pero yo soy un poquito más "intenso" como ahora le dicen elegantemente al hecho de ser necio; cuando vamos con el doctor no buscamos sólo a un médico, sino a un santo que haga milagros.
Creemos que con el solo hecho de haber ido a consulta, obrará en nosotros el milagro de la sanación a largo plazo.
Estamos siempre dispuestos a cambiar nuestra vida para encontrar la salud, pero siempre y cuando el cambio nos permita continuar viviendo exactamente igual que cuando estábamos sanos.
Luego cuando el consejo médico que no seguimos no nos da resultado, en lugar de cambiar de actitud, cambiamos de médico. Y así seguimos el resto de nuestra vida con altibajos en la salud.
Por eso yo les digo a mis pacientes que si los médicos que atienden personas son buenos, nosotros como veterinarios tenemos que ser magos, porque si en 3 ó 4 días no hay alivio de la mascota que estamos atendiendo, pensamos que el médico es malo.
Por cierto, nada más que me sienta un poquito mejor, pediré una cita para una consulta, y así mi médico me diga que dentro de lo mal que no estoy me ve bien, y así yo salga de su consultorio con la motivación suficiente para llegar con vida y salud a las próximas posadas.
Y ahora para terminar una gota de filosofía.
Es feo llegar a viejo, pero es más feo no llegar.
Miguel_daviladavila@hotmail.com
Mimí: (izquierda), hembra, tres meses, muy noble y tranquila, simpática, juguetona, excelente compañera, ando en busca de un hogar donde quieran mi compañía.
Micky: (derecha), macho, tres meses, alegre, juguetón, gran compañero... ¡adóptanos...!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.