La columna del perro
LOS CAMINOS DE LA VIDA
Desde pequeño estuve en la calle, ahí me crié, sorteando a diario los peligros de estar en la vía publica, pasando por infinidad de experiencias la mayoría negativas y desagradables no sólo las inclemencias del tiempo, que serían las menos malas sino sobre todo el maltrato físico, la discriminación y la falta de cariño. Conforme fui creciendo supe que el único delito que cometí fue haber nacido criollo, el no haber sido un perro de linaje. Mis compañeros de crianza fueron la desesperanza, el abandono y los malos tratos ahí en la calle donde únicamente fui guiado por la suerte, el sentido común y la desconfianza. Para bien o para mal llegué a ser adulto y la cosa no mejoró cada vez se tornó más difícil mi sobrevivencia, donde para conseguir alimento a diario tuve que recorrer muchos caminos, mendigando humillado, casi siempre recogiendo las sobras de las personas que se ufanan de educadas, cultas y caritativas, incapaces de solidarizarse con el dolor ajeno.
Varias veces estuve a punto de morir, pero sin saber por qué seguí viviendo o más bien diría sobreviviendo, creyendo que en el futuro mi suerte pudiera mejorar. Las heridas que se sufren durante la vida, a algunos les sirven, para tener mayor cuidado cuando se vuelve a presentar una vivencia similar a cuando, se sufrió la herida, a otros les sirve para lamérselas y auto lamentarse pero a mí sólo me volvieron, desconfiado miedoso y agresivo siempre a la defensiva, listo para huir o para atacar.
Y así llegué a ser adulto, ahora sé que por desgracia no fui esterilizado, y la descendencia que dejo en esta vida, puede correr igual o peor suerte que la que yo corrí, también aprendí con el paso de los años que nunca se deja de ser lo que se es, que sólo se guardan las apariencias, siempre esperé que con el tiempo las cosas cambiaran, pero ahora viejo, flaco y deslucido me doy cuenta que nada cambia, y por qué habría de ser así en mi caso si soy sólo lo que siempre fui, un perro de la calle.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
Lo que no puedes ver en tu casa lo habrás de tener.
ADÓPTANOS
Somos "El Popo y Chacho Recargado", buscamos una casa donde nos reciban y nos cuiden.
Macho (izquierda), seis meses, tengo todas mis vacunas y estoy esterilizado. Soy muy inquieto, juguetón, medio llorón, tragón, y muy leal. Soy tamaño pequeño a mediano. Ideal para toda familia. Busco un hogar donde me quieran y me cuiden. Adóptame no te arrepentirás.
Macho (derecha), cruza de french, un año, esterilizado, vacunado, noble, simpático, juguetón, obediente, soy de tamaño pequeño y ya no creceré, como poco y soy ideal para compañía de personas adultas. Me gustaría que me llevaras a tu casa... ¡adóptame!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 8711-556456. Si tu intención es adoptar una mascota y no te contestamos de inmediato, deja un mensaje corto y tan pronto sea posible nos comunicaremos contigo. Este número telefónico es para personas interesadas en adoptar, no contamos con un refugio físico para recibir animalitos. Esteriliza a tu mascota.
No olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del frío, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.