Se dice que la porcicultura contaminó los mantos freáticos en la zona de La Piedad, Michoacán, mientras que la ganadería extensiva contaminó los mantos hídricos del área de La Laguna con arsénico.
Hay que señalar que aquellas actividades agrícolas en las que los bosques son el principal insumo, están llevando a una deforestación anual de entre 550 mil y 700 mil hectáreas: "Porque los bosques están al 80 por ciento, en manos de comunidades indígenas entre quienes hay que convencer de cómo lograr que su actividad sea sustentable y que no se permita que los recursos forestales sean saqueados", indica un investigador de la UAM.
Concesionar a transnacionales tierras comunales para la explotación de eucalipto y celulosa amenaza el equilibrio de las especies.
Ante este panorama, el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, consideró que parte de la solución es pasar de una agricultura depredadora a una sustentable.
Falta una visión agrícola porque el estado abandonó el campo y vio como solución la importación, la falta de rentabilidad impidió la tecnificación y sustentabilidad de los cultivos
El agro sufre también directa e indirectamente los estragos del cambio climático. Algunas de las consecuencias son la desertificación en el centro y norte del país, la disminución de la actividad agrícola, inundaciones y huracanes que afectan las cosechas, así como incendios y afectaciones en los sistemas forestales.
Se ha propuesto la creación de un Plan Nacional de Ordenación de Territorio, para definir a qué tipo de actividades agropecuarias se destinará cada zona del país.
Por otro lado está pendiente una reforma al Artículo 27 constitucional para que el Estado apoye a productores que pierdan su tierra por el cambio climático.
Es necesaria además la creación de programas de difusión, reforestación y desarrollo de plantaciones, mantenimiento y construcción de presas y sistemas de riego, incentivos fiscales para productores con mejores prácticas, uso de invernaderos, revisar la política poblacional y promover el desarrollo del ecoturismo.
Cabe señalar que el Congreso de la Unión promueve el uso de tecnologías sustentables así como encuentros entre funcionarios, productores e investigadores para que conozcan el tema, sus efectos, consecuencias y posibles soluciones.
También se analiza la Ley para el Desarrollo Sustentable de Bioenergéticos, que contempla la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la incorporación del etanol en las gasolinas.
Este biocombustible puede producirse, además de con maíz, con caña de azúcar, papa, avena, sorgo, yuca y remolacha. Puede ayudar a desalinizar las tierras, su producción es una opción para hacer los cultivos más rentables.
La producción de biocombustibles representa también una opción para los desechos del sector pecuario, ya que las grasas y cebo que producen los rastros tras las matanzas pueden convertirse en un insumo para producir diesel a bajo costo.
"Hay que retomar un proceso intenso de capacitación, hay insecticidas biológicos desarrollados en México pero las instituciones educativas de investigación se quedaron varadas, se eliminaron los instrumentos de desarrollo".
El investigador de la UAM que se cita, resaltó la necesidad de desarrollar proyectos de silvicultura duraderos con reforestación, que lo que se va cortando otorgue valor agregado a la madera.
También sugirió medidas como la rotación de potreros y la siembra de pastos de alto rendimiento.
Para evitar que la catástrofe climática alcance al planeta se requieren tres acciones: fomentar el comercio de los bonos de carbono; gravar con un impuesto ecológico las actividades e industrias, incluido el agro, que generen gases de efecto invernadero.
Además se necesita promover también una mayor comprensión del tema tratado, a la par de soluciones tecnológicas que ayuden a disminuir las emisiones contaminantes y fomentar el uso de las energías alternativas.
