La difícil situación económica que se vive se ha convertido en un factor de demandas de divorcio por un lado y por otro, de demandas de embargos de bienes por deudas, declara el juez de primera instancia en materia Civil y Familiar, Heriberto Muñoz Núñez.
Piden pero no hay
"Hemos tenido casos en que la mujer pide el divorcio porque los pleitos son constantes debido más que nada al factor económico, ya que el marido no da lo necesario para el gasto, aunque el esposo dice que no puede dar más porque no gana lo suficiente", menciona el juez civil.
Crisis pega duro
"La verdad que la crisis económica ha pegado por todas partes y es natural que se refleja al interior de los hogares, pues los problemas por esa situación van en aumento y es más difícil cuando el hombre pierde el trabajo", enfatiza.