La cultura de las mentiras

El último libro de Sara Sefchovich, País de Mentiras, ha tenido un alto impacto editorial por la realidad que retrata, al respecto de su obra la autora comentó en exclusiva:

→ ¿Es la mentira una identidad cultural que se traslada al plano cotidiano de los mexicanos?

Definitivamente, porque hay una tendencia absurda, ridícula, que viene de hace más de un siglo, de considerar la mentira un asunto psicológico o genético, particular de un cierto grupo social, lo cual no es cierto, no es ni lo uno ni lo otro, es una cuestión cultural que como explico en la segunda parte del libro se gestó por la propia historia de este país, por la forma de colonización, por nuestro lugar geopolítico, por el lenguaje mismo, por las imposiciones tanto de la religión como de la lengua, que hicieron los conquistadores y se fue trasladando a medida que pasaba el tiempo, eso que empezó siendo una forma de defensa para la sobrevivencia.

→ ¿Una sociedad que funciona de la mano de la mentira produce también un sistema mentiroso?

Yo creo que la diferencia entre nosotros y los líderes debería ser la capacidad que ellos tienen para gobernar, para tener una postura moral, una postura frente a los acontecimientos económicos, sociales, familiares, lo que sea. Si no pues cualquiera de nosotros podría ser un líder religioso, empresarial o político, y no lo somos, tenemos la posibilidad, es un país de igualdad, pero no la capacidad, no todos tenemos la misma capacidad.

Uno espera de sus dirigentes la capacidad de mirar más ancho, de darse cuenta que hay ciertos cambios que son importantes para la sociedad. Nosotros tenemos la obligación de hacerles ver que no les creemos, que lo notamos, ellos también tienen que trabajar para dejarnos de tratar como si fuéramos unos retrasados mentales que no vemos que permanentemente nos mienten.

→ ¿La mentira hace parte de la función pública?

Inseparable, en toda la historia de México la mentira jugó un papel importante, en algún momento fue forma de sobrevivencia, en el siglo XIX fue utopía para crear un país y una nación donde no existían, donde había desorden, pobreza, etcétera, en el siglo XX, particularmente a finales y principios del presente, es una forma de gobernar para hacerte creer que se hacen cosas que no se hacen.

Reconozco que en México se ha avanzado muchísimo, no somos el mismo país que éramos hace 200 o 100 años, ni siquiera 30 años, es un país que ha caminado, pero no ha llegado hasta el fondo de donde podía llegar, si nosotros hablamos de transición a la democracia, de una economía sólida, tenemos que sustentarlo, tenemos que hacer que sea verdad y tenemos que incluirla con todo el paquete que viene, el respeto al medio ambiente, a los derechos humanos, a la diversidad cultural, religiosa, sexual, étnica.

→ ¿Hay un arte al mentir, existen mentiras que dichas sistemáticamente se convierten en verdades?

Claro, yo creo que los que las dicen acaban creyéndolas y nosotros mismos como ciudadanos muchas veces estamos tan confundidos, que ya aunque nos olemos que puede no ser cierto, terminamos creyendo también. Digo en el libro que en México se han dicho todas las posibilidades habidas y por haber de mentiras, engaños, simulaciones y hasta las que no, se han inventado de manera original.

→ ¿Qué mentiras son más graves, las que dice quien tiene poder con la palabra o las que dice el ciudadano de a pie?

A mí no me preocupa las que dice el ciudadano de a pie, aunque reconozco que están relacionadas y si alguien miente en el poder es producto de esa cultura, ese piso social que lo sostiene. Pero a mí como ciudadana me preocupa la mentira desde su perspectiva social, no como moral, no como pecado, no como problema de jurisprudencia.

Me preocupa como un problema concreto cartesiano, hacer que nuestra vida cotidiana en este país llamado México, tenga un sentido, doy un ejemplo: si a mí me dicen sembramos (el ejemplo esta al día) tantos millones de arbolitos porque queremos cuidar el medio ambiente y a la primera rascadita te das cuenta que no fue cierto que te engañaron, pero el dinero se fue. Parchamos las calles, estamos dando la mejor educación de calidad, el gobierno lucha para que tengas servicios y seguridad, es muy grave que nada de eso sea cierto y halla un discurso donde parece que si.

→ ¿Hay algunos personajes que han dicho que en política se valen las mentiras piadosas?

Yo no entiendo que tiene de piadoso decirnos que se roban el 0.0000... por ciento menos de coches, casas o secuestros, pues dónde esta lo piadoso, están ahí los secuestros, están ahí los robos, esta ahí la inseguridad todos los días. Dónde esta la educación de calidad de nuestros niños para la que hay asignados miles de millones de pesos del presupuesto. Es una mentira piadosa, no le veo la piedad.

→ ¿Quién tiene más grado de culpa un mentiroso o quién cree sistemáticamente?

En este momento creo que los dos tenemos el mismo grado de culpa y responsabilidad, durante muchísimos años los ciudadanos lo supimos e hicimos como que no, yo te aseguro que en este libro, de todas las mentiras que documento, no hay una sola que un ciudadano diga que lo sorprende, todos las sabemos, pero nos hemos hecho cómplices, porque no confrontamos a quien las dice.

→ Si la mentira evoluciona en la actualidad ¿Cuáles son las mentiras que más daño le hacen a México?

En el libro a parte de clasificarlas les doy diferentes niveles de gravedad, en este momento las mentiras más graves son las de seguridad, la forma de tratar conflictos sociales, la impartición de justicia que es una desgracia, la educación es una zona total de desastre, el trato al medio ambiente, a los derechos humanos, a las comunidades indígenas. Algunas secciones las llamo para exportación, algunas otras para consumo interno u otras las llamo de suma gravedad, para decirte que en todos los ámbitos donde nos dan supuestos informes, cifras, imágenes, promulgación de leyes, firmas de convenios, creación de instituciones, son cosas que no sirven, que no están realmente cumpliendo su fin.

→ ¿Qué tan peligrosas son las mentiras visuales que se promueven en los medios de comunicación, spots, comerciales, carteles, mensajes?

El peligro es que la gente cree que las imágenes son copias fieles de la realidad, y no es cierto, las imágenes también se editan, se acomodan al gusto o se les da color o no, las ponen de una cierta manera que las convierten en engaños.

→ Como investigadora, ¿Qué es lo más grave de la mentira la intención o el efecto que causa?

En mi caso la preocupación que tuve y sigo teniendo es el efecto para la sociedad, el efecto para que este país pueda seguir el camino exitoso que estaba llevando en el sentido de caminar hacia la democracia, hacia una economía sólida, etcétera.

La explicación que doy de los orígenes de la mentira de tipo cultural, tiene que ve con una interpretación que yo creo, pero la cuestión de la intención no es algo que me haya preocupado, yo creo que si un poderoso tiene buena o mala intención al decir una mentira a mi no me importa como sociedad, me afectan los engaños.

SARA SEFCHOVICH