La hora de las botargas al aire

La película 31 Minutos, basada en la exitosa serie televisiva de origen chileno, levantó la temperatura en sus directores. Y no fue por el hecho de debutar en cine, sino porque debían usar los muñecos de tela en una playa brasileña, que además resultó ser nudista.

"La elegimos porque estaba muy bonita y de pronto la gente que nos veía filmar, ¡estaba como Dios la trajo al mundo! Subía un poco la temperatura, pero debíamos ser muy profesionales", cuenta divertido Pedro Peirano.

El que habla interpreta a "Tulio Treviño", ese conductor de televisión que encabeza el noticiario que sirve como escenario para la serie, normalmente desarrollada en un set.

El programa ha sido un éxito en su país natal Chile y en Sudamérica, cuando la programaron por el canal de paga Nickelodeon. Luego, su salto a la televisión abierta en Once TV la consagró con honores entre el gusto del público mexicano.

Incluso, a fines de año, saldrá un disco tributo a la serie original, llamado Nunca vi Televisión, material compuesto por interpretaciones de Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba; Ximena Sariñana y Los Bunkers, entre otros importantes músicos.

Pero como hacer cine es distinto, tanto él como su colega Álvaro Díaz idearon una aventura que requería de locaciones exteriores.

La historia comienza cuando una niña malvada roba a "Juanín", desencadenando una madeja de acción y risas, pues rápido sus amigos acuden en su auxilio. "Lo que hicimos fue tomar a los personajes prestados y llevarlos al mar, a la selva, a otros lugares. Con eso ya no es un capítulo alargado de la serie, sino que tiene su propio lenguaje", considera Pedro.

→ ¿Cómo evitar que los muñecos se ensuciaran demasiado?

Álvaro Díaz: -¡Hubo varios dobles de los muñecos! Eso no fue lo complicado, lo que sí es que tardamos tres años en hacer la película.

El cine de títeres no es un género, entonces debíamos averiguar un montón de cosas, porque queríamos una historia con espectacularidad, sin olvidar a los títeres. Se filmó en un hangar de la fuerza aérea, en la playa, en algunos otros lugares, para que tomara forma una buena historia.

→ ¿Por qué hacer una niña villana?

AD: -La verdad es que eso fue a lo último que llegamos. En principio queríamos que todos interactuaran con un humano, pero eso representaba muchas complicaciones. De repente descubrimos que lo mejor era hacer un títere distinto a todos los de la serie, un poco más grande y llegamos a la niña.

→ Se ha dejado de hacer la serie, ¿quiere esto decir que se acabó definitivamente?

AD: -La dejamos de producir para hacer la película, no es que se acabe.

En Chile acabamos de estrenar una serie sobre las vacaciones de "Tulio", que pronto se podrá ver en México.

A los personajes de la historia nunca se los mata, porque eso es imposible.

Lo que pasa es que por naturaleza todo es muy artesanal, así es 31 Minutos y por eso no podemos delegarla a otras personas, tenemos que hacerla nosotros. Hay proyectos que pronto se sabrán, pero por lo pronto esta película se estrenó el pasado viernes en algunas salas mexicanas.

→ Siendo los dos directores del filme, ¿cómo se organizaban?

Pedro Peirano: -Un acuerdo al que llegamos antes de llegar al set era que mientras uno actuaba y estaba con el muñeco, el otro se fijaba más en el monitor. Así era para ahorrar tiempo. Aunque ya sabes, en el caso de la playa era porque un minuto era el infierno (risas).

→ Mucha gente se pregunta, ¿por qué no sale el superhéroe, "Calcetín con Rombos"?

PP: -Por una razón simple: queríamos que todos los personajes lucharan por las cosas y que no fuera solamente uno de ellos. Además, pensamos que "Calcetín" debe tener su propia película y quizá haya pronto una sorpresa.

→ ¿Habrá una película de él?

PP: -Puede ser, la primera idea es que luche contra su reverso ("Calcetín Volteado"). Es una pequeña idea, por supuesto aparecerían los demás personajes, y quizá por ahí aparezcan los "Chupacabras" (tacos que se venden en Coyoacán, en el D.F.) son muy sabrosos, los pruebas y los recuerdas todo el día.

 EL UNIVERSAL