COMPLICACIONES SÍNTOMAS TRANSMISIÓN GRUPOS DE RIESGO
Mujeres
Plenitud
También es conocida como "gripe", flu o monga, y es mucho más severa que el catarro común. La influenza es una enfermedad viral contagiosa, que afecta al sistema respiratorio y puede atacar a cualquier edad.
Lo que hace de este virus impredecible, es que presenta mutaciones continuamente, con lo que consiguen eludir al sistema inmunológico de sus huéspedes. Por eso, la gente es susceptible a la infección por influenza durante toda la vida.
Pese a que la mayoría de las personas se curan al cabo de unos días (es decir, por lo general no es mortal), algunas otras pueden enfermarse gravemente y presentar complicaciones o incluso la muerte.
Las complicaciones más frecuentes son la neumonía bacteriana secundaria, o viral primaria por virus de influenza, síndrome de Reye, miocarditis, agravamiento de la bronquitis crónica o de otras enfermedades pulmonares crónicas. La mayoría de las muertes se observan en personas mayores de 65 años.
Periodo de incubación: La enfermedad se presenta repentinamente, y su periodo de incubación usualmente es de dos días, pero puede variar de uno a cinco días.
Periodo de transmisión: El paciente es infectante 24-48 horas antes del inicio de los síntomas hasta cuatro o cinco días de la enfermedad. Puede ser más largo en niños pequeños e inmunocomprometidos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, se caracteriza por:
El virus de la influenza generalmente pasa de persona a persona por transmisión aérea (por ejemplo, por la tos o los estornudos). Pero el virus también puede vivir durante cierto tiempo sobre los objetos, como los pomos de las puertas, lápices o bolígrafos, teclados, receptores del teléfono y utensilios para comer o beber. Por lo tanto, también se puede diseminar al tocar algo que ha sido manejado por una persona infectada con el virus y después tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Adultos y niños mayores de seis meses con padecimiento crónico del sistema cardiovascular o pulmonar, suficientemente severo y que haya requerido seguimiento médico regular u hospitalización durante el año anterior.
-Tuberculosis.
-Enfisema.
-Asma bronquial.
-Bronquitis.
-Bronquiectasia.
-Otras condiciones pulmonares.
-Personas inmunocomprometidas o VIH positivos.