La inseguridad, el gran desafío

El futuro alcalde gobernará una ciudad golpeada por robos y asaltos.

El imparable aumento de robos de todo tipo, principalmente de vehículos, a casas habitación, y a negocios, es la constante en Torreón en los últimos tres años y no se ve el momento en que esta ola de inseguridad se estabilice. Por esto, las estadísticas señalan que en el 2010 hay un panorama difícil para el nuevo alcalde y su equipo de trabajo en la Dirección General de Seguridad Pública Municipal.

Las denuncias ante el Ministerio Público por delitos de robo están por las nubes y en tres años se elevaron casi al triple. Durante 2007 se presentaron mil 964 denuncias, en 2008 aumentó a 5 mil 62 denuncias y hasta agosto de 2009 van 4 mil 195, con un estimado al fin de año de 6 mil 300 denuncias atendidas en la Fiscalía General del Estado.

Casi a la par, los registros de la Policía Municipal, en base a los reportes verificados en el servicio de emergencias 066, coinciden en el aumento sólo en los dos primeros años, ya que en 2007 se recibieron mil 772 reportes telefónicos, en 2008 sumaron 3 mil 895 reportes y hasta septiembre de 2009 van 2 mil 383 reportes y un estimado anual de 3 mil 770 reportes, cantidad muy distante de las denuncias ante el Ministerio Público.

Con estas cifras, la demanda a partir de 2010 es clara. "Al nuevo alcalde, la ciudadanía le va a pedir que le resuelva el principio de tranquilidad y de protección de sus bienes, llámese casa habitación, su vehículo o su propia integridad", dice Lerins Varela Castro, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C).

 AÑOS MARAVILLOSOS Lejano está el año 2005, cuando en el último año de la pasada administración pública, la última de tres años en Torreón, los índices delictivos no implicaban algún dolor de cabeza.

Era cuando Javier Gutiérrez Pesquera (qepd), se jactaba de decir que "Torreón era la ciudad más segura del norte del país" y los números lo respaldaban. Y es que en ese año el fuerte de los ladrones era el robo de accesorios de vehículos, con un promedio mensual de 56.1 reportes de robos al servicio 066.

También en 2005, la media mensual de robos a casa habitación era de 33.8 casos, los robos de vehículo eran 13 al mes y los asaltos a persona promediaban 6.6 casos mensualmente.

Ahora la realidad marca en cada uno de estos renglones que por ejemplo en 2008 el promedio mensual fue de 88.4 robos a casa habitación, en 2009 el récord es de 87.8 robos de vehículos al mes y hay 21.8 robos a persona hasta septiembre de 2009.

 QUIEN SEA, PERO YA "En las encuestas aparece que a la ciudadanía no importa quién le resuelva los problemas. La gente no distingue si es constitucional que ande el Ejército en la calle o no. Claro que por el otro lado sigue existiendo el temor de que las corporaciones siguen siendo, en términos de las encuestas, de las pocas que pueden tener presencia porque se tiene confianza en el Ejército pero en las demás corporaciones como las municipales, el nivel de confianza está muy bajo", dice Lerins Varela.

Por esto los números son claros y ante una cresta alta de robos surge la duda sobre cuáles van a ser los mecanismos para realmente retomar la confianza de la ciudadanía; al respecto Varela señala que, "a corto plazo va a estar medio complicado, según indican las encuestas, que nos digan que a corto plazo en Torreón todo se va a resolver, más bien lo que se pretende es que a mediano y largo plazo, haya acuerdos y procedimientos para que de una manera u otra puedas garantizar que la ciudadanía vuelva a confiar".

 BAJAS Y DETENCIONES A finales de abril de 2009 el jefe de la Policía de Torreón anunció la suspensión de 339 policías por no haberse presentado al examen antidoping, del cual la mayoría de los elementos aseguraba que no fue notificado por sus superiores. Al mes siguiente, el 20 de mayo, se anunció la baja de 302 policías municipales, de los cuales la tercera parte peleó su reinstalación.

"El cese masivo de elementos es un golpe mediático, y como en cualquier administración, en el tema de seguridad, creo que el punto es que se tienen que ir determinando más los controles efectivos y más continuos de tal manera que no andes especulando de que a todo mundo lo vas a correr y después revisas, eso es lo absurdo de la administración, correr a todos y luego contratar a los que yo crea conveniente", señala el catedrático de la UA de C.

 CONTROL Y CONFIANZA Sin embargo, el nuevo alcalde debe estar atento en los golpes mediáticos con acciones masivas contra policías, donde figuraron uno o dos agentes que ahora están procesados por secuestro y lesiones graves, de ahí la demanda para que existan métodos de control y confianza al interior de la corporación.

"Una cosa son las destituciones que se han hecho, de todos los que han ido deteniendo o sacado de las corporaciones y otra es que no ha habido un programa precisamente para darle seguimiento a eso, y ahí es donde vemos que en la mayoría de los casos, quienes están metidos precisamente en la mayoría de los delitos del fuero común, han sido los mismos miembros o ex miembros de las fuerzas policiacas", explica Lerins Varela.

Para mejores resultados debe haber coordinación entre los tres niveles de Gobierno o de lo contrario, el investigador social señala que "se van haciendo parches de la administración para tratar de resolver un problema que tiene que ver con una suma de voluntades. Sí, de acuerdo en que sea revisada y controlada una Policía, siempre y cuando realmente haya compromisos, ya que se tiene que ser muy profesional en el sentido del querer ser policía".

 POLICÍA FRACTURADA

Para tratar de entender parte de la inseguridad actual, las autoridades que estarán al frente a partir de 2010, deben ver que a la Administración Municipal que está por concluir le tocó un primer año tranquilo en cuanto a robos se refiere, ya que las cifras eran similares a las de 2005 de uno a tres puntos porcentuales en la mayoría de los delitos.

Después, en 2007 la clara presencia de la delincuencia organizada en la región fue el parteaguas de una creciente ola de violencia, en cuya sombra actuaron y actúan los ladrones ordinarios, los medio organizados y los improvisados.

En 2007 los robos de casa habitación promediaron 43.5 al mes y los robos de auto 20.08 en el mismo periodo; pero fue en 2008, donde los índices de robos se duplicaron (88.4 casas robadas) y triplicaron (61.5 vehículos), para luego venir la tremenda fractura de la Policía Municipal.

Fue el 8 de septiembre de 2008, cuando se le dio una estocada a la Policía de Torreón con la detención de 35 agentes por parte de la Policía Federal, de los cuales 33 recuperaron su libertad casi un año después. Al mismo tiempo dejó su cargo el jefe Alfredo Castellanos y siguieron una serie de ajustes de otros mandos medios de la corporación.

"Los golpes mediáticos tienen fines político-electorales, los golpes para componer las cosas nos llevan a la sazón de que ya todo mundo espera al nuevo alcalde para ver cuál va a ser el mecanismo de la nueva recomposición, de cómo cuidar la seguridad en el municipio", dice Lerins Varela.

 MILITARIZADOS, PARA QUÉ

Sin darse cuenta, poco a poco en la Policía Municipal están dejando atrás el perfil del agente pulcramente vestido que tiene contacto diario con la ciudadanía y ahora es sustituido por un súper policía, armado hasta los dientes, con rostro cubierto que se cuelga en la fornitura, todo lo que se puede y se asemeja más a un soldado que a un policía común.

"A nivel de las policías, se están convirtiendo en paramilitares, o sea, no son policías de carácter civil, son con un sentido más militar, y que en un momento dado son de contacto o de choque", dice el académico de Ciencias Políticas y Sociales.

Pero este disfraz no inhibe a los ladrones que siguen "trabajando" y su labor se refleja en las estadísticas, que aun cuando en Seguridad Pública las cifras van a la baja, en la FGE, las denuncias por robo aumentan desde 2007, con 163.6 robos de todo tipo en promedio mensual, en 2008 con 421.8 denuncias y en ocho meses de 2009 se promedian 524.3 denuncias ante el Ministerio Público por robo.

"Nosotros ya no vemos al policía como debería de ser, uniformado, con zapatos, no; ahora todos andan vestidos de negro o de azul marino, con botas de operativo, y con un uniforme paramilitar. No es preventivo de estar en contacto con la ciudadanía, hasta andan de camuflaje y con el rostro cubierto, y luego no vemos la diferencia entre una Policía de proximidad con la ciudadanía con la que tiene que entrar en los problemas cuando se presenten como el tipo SWAT y ésos", señala Varela Castro.

 ¿Y LOS REFUERZOS?

Ahora, a la par de la alta incidencia delictiva, no se puede pasar por alto que los robos se elevaron a pesar de la presencia constante de los refuerzos traducidos a las Fuerzas Federales de Apoyo (FFA) de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Federal y del Ejército Mexicano, que si bien están más enfocados al combate de la delincuencia organizada, tampoco inhibieron al delincuente común, y lo demuestran las cifras de denuncias por robo en los últimos dos años y medio, que tienen las fuerzas federales patrullando la ciudad.

Y es que en la práctica se ve que el proyecto de una Policía Nacional puede tener las facultades de trabajar de una manera mucho más efectiva al poder canalizar los recursos desde el punto de vista de la administración pública.

"Pero para esto necesitamos que se vayan generando condiciones para que haya una base de datos mucho más certera, porque entonces empiezas manejar la información de manera centralizada pero a la vez mucho más abierta, tú preguntas por algo y resulta que nadie sabe ni de qué se trata, por eso lo que se pretende no tanto es para que exista más coordinación para atacar al crimen, sino para que exista el principio de prevención, el gran problema que se tiene en México, quienes son responsables están totalmente nulificados y no hay prevención del delito", opina Varela.

 ENTREGAR O NO LA POLICÍA

A poco más de dos años para que termine el sexenio, el proyecto del titular de la SSP, Genaro García Luna, puede lucir tentador para que en los municipios se "laven las manos" con el problema de sus policías preventivas, claro, con el riesgo que conlleva entregar el renglón de la Seguridad Pública a otro nivel de Gobierno.

"La cuestión de la prevención del delito, que es responsabilidad de acuerdo a la Ley, para los municipios, en este momento está suprimida y cuando se trata de denuncias, ya no son responsabilidad del Municipio, sino del Estado; luego viene el celo profesional y el delincuente aprovecha las lagunas legales para delinquir", dice el académico de la UA de C.

Entonces, retomando la propuesta de una Policía Nacional, "creo que de entrada mucha gente estaría de acuerdo porque pondría un supuesto orden, si ya esta metido el Ejército y la PFP, entonces da lo mismo que ya exista una Policía Nacional Preventiva, que sea controlada, pagada, auspiciada a nivel nacional".

Para el investigador social, "en la administración pública, en los tres niveles de Gobierno, la unificación es viable, sobre todo porque ha sido experiencia en muchos países, ya que ahorita tenemos dos o hasta tres policías paralelas, pero la que vale ahorita quiérase o no es el Ejército y de ahí para abajo, PFP, las policías estatales y al final las municipales que dan lo mismo si participan o no, porque de repente resulta que son detenidos todos".

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