NUEVAMENTE LOS MEXICANOS tendremos que enfrentarnos a nuestra dura realidad. Por enésima vez este país tendrá finalmente que doblegarse ante los autócratas del dinero y del poder. Empezamos a tomar medidas para arriar banderas ideológicas ante los sucesores de aquel Imperio Romano, hoy mejor conocido como los Estados Unidos de Norteamérica.
CRISIS TRAS CRISIS nuestro país ha venido dando tumbos y las más de las veces palos de ciego. Aquel lejano “milagro Mexicano” que fue la admiración de muchos países en desarrollo especialmente los del tercer mundo ya quedó muy lejos. Hoy nos debatimos entre criminales y funcionarios ineficaces; entre partidos políticos cuyos dirigentes únicamente buscan el reparto de curules, cargos burocráticos y el dinero del IFE.
ESOS PARTIDOS y dirigentes que se gastarán este año 12,000 millones de pesos para cubrir las elecciones de renovación de 300 diputados uninominales a la Cámara de Diputados, asunto que en cualquier país medianamente sano del cerebro sería una locura, aquí no lo es.
NUESTRA HISTORIA se encuentra plagada de sucesos trágico-cómicos que nuestros historiadores de todas las facciones han tratado de encubrir o distorsionar para lograr la tranquilidad, atenuar nuestras vergüenzas y lograr la paz del alma de todos. El Siglo XIX fue la pérdida de más de la mitad de un territorio que no supimos ni pudimos cuidar ni defender. Vino después la invasión del imperio de Napoleón III, nuestras costosas y continuas guerras intestinas y con ello la entrega al capital extranjero de nuestros recursos naturales especialmente los minerales; el regalo de las concesiones ferrocarrileras, portuarias y la donación de los recursos petroleros.
NUESTRA HISTÓRICA desorganización como país nos ha colocado siempre en desventaja frente a las otras potencias, muy especialmente con nuestro vecino del Norte. Todo esto viene a colación con motivo de la nota que en letra chiquita aparece en la prensa nacional por la visita que ayer hizo el presidente Calderón al electo de los Estados Unidos.
PERDIDO ENTRE muchas noticias y en letra chiquita aparece una verdadera novedad como ésta: “Que la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos (Pemex) evalúan dos opciones para explotar con empresas petroleras que operan del lado estadounidense los yacimientos transfronterizos, con la finalidad de que nuestro país se beneficie desde la primera producción que extraiga Estados Unidos en esa zona el próximo año”.
“QUE UNA DE LAS alternativas es la creación de un ¡Pemex internacional! que opere en el sector estadounidense, para el desarrollo de yacimientos que tentativamente no se extienden hacia el sector mexicano”. Este esquema supone acordar condiciones entre los países interesados e implica la existencia de un solo centro de producción, proceso y exportación. Otro escenario parte del caso en el que el yacimiento esté preferentemente en México y en donde Pemex realizaría todas las tareas y sus inversiones asociadas para la exploración, delimitación y producción”.
BUENO Y UNO SE PREGUNTA: ¿En qué quedó entonces la traída y llevada Reforma Energética? Nada, que nos ha sucedido lo de siempre, sin capital ni tecnología ahora tendremos que negociar nuevamente nuestro petróleo en la dona del Golfo de México, y así seguiremos hasta el infinito y el fin de los tiempos.
Y ES QUE NUESTRAS desgracias siempre se han pactado y han sido escritas en letra chiquita. Yo agregaría que muy chiquitita.
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