Cruz Azul sumó su segundo triunfo consecutivo en el Torneo Apertura 2009 al doblegar 2-0 a Ciudad Juárez anoche en el Estadio Azul. (Jam Media)
Siguen Indios de Ciudad Juárez sin ganar en el torneo.
MÉXICO, DF.- Quizá era la ansiedad por llegar a ver el partido de la Selección Mexicana en Costa Rica o la normalidad con la que el público tomó el triunfo del Cruz Azul (2-0) sobre los Indios de Ciudad Juárez, pero las tribunas del Estadio Azul incluso se vaciaron unos minutos antes del silbatazo final del árbitro Jorge Macías.
Y es que, la Máquina no necesitó de mucho para superar al conjunto fronterizo.
No tuvo la potencia y el equilibrio que los seleccionados Gerardo Torrado y Cristian Riveros aportan en la media cancha, pero sí la colaboración de La Tribu y su gran poder de autodestrucción.
Porque el relevo Humberto Hernández le abrió la puerta a unos cementeros que se habían tardado más de 20 minutos en decidirse a hacerle daño al rival.
Después de seis encuentros sin ganar en el torneo (tres empates y tres derrotas), Héctor Hugo Eugui optó por quitarle la titularidad a César Lozano, pero su apuesta le falló.
El error del arquero de los Indios, que le permitió a Gabino Velasco marcar el primer gol, al minuto 22 de tiempo corrido, lo que representó el final de la competencia. A partir de entonces los locales dominaron.
Es cierto, el silbante no marcó un claro penalty del defensivo celeste Jaime Lozano sobre Julio Frías, pero sólo habría servido para acercar a los chihuahuenses, porque fue su única llegada clara sobre el marco de Yosgart Gutiérrez. Poco para un equipo que busca evadir el descenso.
El delantero cementero Emanuel Villa tuvo su más errática actuación desde que fue contratado por el Cruz Azul. De no ser por la mala puntería del "Tito", los pupilos de Enrique Meza habrían conseguido una mayor diferencia.
El argentino se movió, generó espacios y ganó la posición en las jugadas de táctica fija, pero nunca pudo acertar, siendo el primer partido que Villa no marca gol.
Esa virtud fue de Javier Orozco, quien emergió de la banca para darle tranquilidad a la Máquina cementera.