Cruz Azul tuvo un partido redondo, con gran contundencia y destacada labor de su guardameta José de Jesús Corona, para vencer 3-1 a Pachuca en el Hidalgo (Jam Media)
Pachuca, Hgo.- El Cruz Azul volvió a ligar victorias en el Apertura 2009 para mantenerse firme en el camino rumbo a la Liguilla, justo la noche en que los años en el futbol le cobraron factura a Miguel Calero, arquero de los Tuzos, quien falló como nunca antes.
Luego de este encuentro de la fecha 15 del Torneo Apertura 2009 del futbol mexicano de Primera División, los hidalguenses se quedaron con 23 puntos en el penúltimo sitio del Grupo Dos y complicaron sus posibilidades de calificación.
Los celestes llegaron a 27 unidades para acercarse a la liguilla, pues llevan por ahora nueve de ventaja al Atlante y diez a Tigres, que si empatan o pierden sus partidos de esta fecha 15 habrán dado matemáticamente el boleto a la fase final al cuadro conducido por Enrique Meza.
El triunfo de hoy por 3-1 sobre el Pachuca, trajo mucha tranquilidad al técnico celeste Enrique Meza, quien otra vez vio un equipo en su Máquina, y no 10 elementos dependiendo del tino de un solo hombre: Emanuel Villa, quien llegó a 14 tantos en el goleo individual.
El conjunto capitalino impuso condiciones de manera casi inmediata. Se habían jugado cinco minutos del encuentro, dominado por los azules, cuando Jaime Lozano abrió el camino a una victoria vital en las aspiraciones cementeras de Liguilla.
Todo lo contrario para los de casa, quienes dejaron escapar la oportunidad de acercarse al segundo lugar de su sector, el Dos. El Pachuca, de Guillermo Rivarola, ha luchado casi tanto como el Cruz Azul, de Meza, por encontrar regularidad durante toda la temporada.
Los problemas de Tuzos vinieron en las manos del veterano arquero Calero, quien estuvo mal en las salidas y colaboró en el triunfo celeste.
Javier Orozco (14) incrementó la ventaja para los cementeros en jugada de mucha fortuna. El joven delantero cruzazulino no dio por perdido un balón filtrado, que terminó por colarse a la portería hidalguense ante la desesperación de una afición que veía complicarse las posibilidades de alcanzar las finales.
El complemento no remedió nada para los Tuzos, que regresaron a la cancha para seguir con los mismos problemas de la primera parte; Cruz Azul insistía en aumentar la ventaja para terminar con cualquier indicio de respuesta local.
Con el Pachuca más involucrado en lo ofensivo, los cementeros encontraron las rendijas para marcar otro gol, el definitivo. Después de un par de jugadas en tiro de esquina, que pusieron de nervios a todo el estadio Hidalgo, se vino el tanto de Villa.
El goleador argentino aumentó la cuota para los cementeros en la noche y la personal con un gol de alta dificultad. Después de fallar en el cobro de tiro libre y un rebote de Calero, El Tito prendió el esférico, sin mucho ángulo, con la pierna izquierda. La velocidad que tomó el balón venció el intento del defensa Marco Pérez por desviarlo y el tercer gol cruzazulino se convirtió en realidad, corría el minuto 54.
Del otro lado de la cancha, el meta celeste, José de Jesús Corona, fue poco exigido durante el juego, pero respondió al punto en un par de ocasiones, la mejor, al 57, cuando Marco Pérez remató prácticamente en la línea de gol y el arquero sacó el esférico de manera milagrosa.
El Pachuca no se rindió, a pesar de lo mostrado durante todo el partido y encontró recompensa al minuto 79, con tanto de Pérez. Insuficiente reacción, el Cruz Azul les había pasado por encima para seguir su camino directo a la Liguilla.
Marco Antonio Rodríguez fue el juez del partido, con buena labor aunque algo quisquilloso de inicio. Mostró cartulinas preventivas a Leobardo López, el argentino Christian Giménez, el paraguayo Edgar Benítez y el "pampero" Javier David Muñoz Mustafá, por "Tuzos". Por Cruz Azul amonestó a Héctor Gutiérrez y Gerardo Torrado.
Ningún nombre fue mencionado con tanto esmero como el del entrenador visitante.
Después de anunciar la alineación titular de Cruz Azul, el encargado del sonido local demostró que el recibimiento para Enrique Meza en el Estadio Hidalgo no podía ser más afectuoso. "¡Y al frente de Cruz Azul, el técnico más ganador de México, el campeón de la Copa Sudamericana y del Clausura 2007 con los Tuzos: Enrique Meza!".
La noche del 'Ojitos' Meza
Una agradecida ovación siguió al anuncio, que pudo haber puesto celoso al técnico local, Guillermo Rivarola, y a cualquier jugador del plantel hidalguense.
"Aquí trabajé 3 años y fui muy feliz, muy feliz y tuve la oportunidad de conocer a gente extraordinaria que hoy me precio de que sean mis amigos", manifestó Meza.
Si en el sonido local su regreso no pasó desapercibido, mucho menos en la cancha, donde antes de que el DT llegara a su banca ya se le había formado una fila de sonrientes elementos del Pachuca con la intención de saludarlo.
Era la noche del "Ojitos" y como para redondearla sus jugadores de la Máquina le regalaron un desempeño y una actitud como nunca en el torneo.
Sereno ante los goles, Meza pasó la mayor parte del juego de pie, con pocas indicaciones para dar, demostrando el por qué de sus éxitos con el Pachuca, el equipo que ayer pasó penurias y confirmó que es uno antes y otro después del "Ojitos".
