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La marcha de Zacatecas

EL COMENTARIO DE HOY

FRANCISCO AMPARÁN

Las evidencias del proceso de degeneración de la clase política mexicana siguen aflorando un día sí y otro también. Y por ningún lado se ve ni una pizca de vergüenza, de dignidad, de contrición ante la forma en que queda al descubierto la podredumbre en que viven quienes dicen gobernarnos.

El escándalo de inicio de semana (porque sin duda habrá otro en 72 horas, si se mantienen los ciclos políticos recientes) tiene que ver con uno de los personajes más nefastos y cínicos de nuestra historia reciente: el exgobernador de Zacatecas y Senador de la República (¡!) Ricardo Monreal.

El cual tiene en su nutrido currículum numerosas pruebas de que la honestidad y el digno comportamiento no son precisamente sus virtudes. Por ejemplo: habiendo sido electo para la Cámara de Senadores por el PRD, se pasó al PT sólo para que ese partiducho de pacotilla no dejara de ser fracción en la Cámara Alta

Lo más sorprendente de todo es que, pese a esos coqueteos y arrumacos con el Partido del Trabajo Monreal (lo mismo que Lopejobradó), siguió perteneciendo al Partido de la Revolución Democrática. Al parecer en ese instituto político les importa muy poco que sus militantes le anden dando la mano y demás miembros a los otros partidos.

Pues bien: el escándalo estalló cuando se dio a conocer que en una planta secadora de chiles (¡!) localizada cerca de Fresnillo, el Ejército Mexicano había hallado, en el mes de enero, cerca de 15 toneladas de marihuana. La mentada planta, según esto, era de dos hermanos de Ricardo Monreal. Uno de ellos, David, es el presidente municipal, precisamente, de Fresnillo.

La misma información hacía entrever que la propiedad había pasado a ser de los Monreal mediante maniobras no muy limpias.

Ese modelo de integridad y pureza que es Ricardo Monreal contraatacó de inmediato, alegando que el rancho no era de su hermano, que de la marihuana ni sabían nada, y que todo se trataba de un compló de su sucesora en la gubernatura de Zacatecas y supuesta correligionaria, Amalia García. El supuesto objetivo de la conspiración es meterle zancadilla a David Monreal, para que no sea el próximo gobernador.

Aquí hay varias cosas dignas de observarse: la primera es la manera tan descarnada en que se han venido dando los pleitos entre tribus y facciones de la izquierda, cada vez más feroces y dañinos. Y luego se quejan de su desplome en las preferencias electorales. La segunda: que si el decomiso de marihuana fue en enero, ¿por qué viene saliendo el asunto a colación cuatro meses después? Y la tercera: que si ésa es la calidad moral de nuestros senadores, a ver quién salva a la Patria.

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