Ya se sabe que una cosa es eficacia y otra eficiencia. Algo o alguien es eficaz cuando cumple con los objetivos trazados. Qué tanto tiempo se tarde, o cuánto cueste el logro, esa es otra cuestión. El chiste es que se llegue a la meta para considerar que se fue eficaz.
En cambio la eficiencia tiene que ver con el alcance de objetivos en el menor tiempo y empleando los menos recursos que sea posible. Esto es, que haya una buena relación de costo-beneficio. Que si invierto diez, a la postre resulte ganando veinte. O cien.
Así pues, la eficiencia se mide tomando en cuenta lo que se invierte y los frutos que se obtienen a fin de cuentas. Y en ese sentido, hay instituciones que son de plano ineficientes.
Por supuesto, la mayoría de las empresas productivas del Estado son inmensamente ineficientes. Pemex, por ejemplo, saca menos petróleo que Venezuela, aunque emplea a cinco veces más personal. Lo mismo ocurre con todo el Gobierno Federal mexicano: tiene seis veces más burócratas que el de Estados Unidos. O sea que para administrar un país cuatro y media veces más grande, tres veces más poblado y diecisiete veces más rico, allá necesitan seis veces menos gente. ¡Genial!
Un servidor ha considerado durante mucho tiempo que la empresa más ineficiente de la historia era la CIA, la Agencia Central de Inteligencia norteamericana. ¿Por qué? Pues porque a pesar de que en ella se han gastado toneladas de dinero, empleando lo mejor de la tecnología y extendiendo sus tentáculos por medio mundo, ha sido perfectamente incapaz de prever, ya no digamos prevenir, los eventos más importantes que han afectado al Imperio. No supo qué hacer en Vietnam, ni idea tenía de la fuerza que iba a tener el fundamentalismo islámico en Irán y Afganistán, ni se las olió que su principal enemigo (la URSS) se iba a desintegrar de puro obsoleto, y los avionazos del 11 de septiembre los agarraron con los pantalones abajo. ¡Bonita agencia de Inteligencia! ¡Y con lo que cuesta!
Pero ya encontré quién puede desbancar a la CIA como el mejor ejemplo de ineficiencia: nuestros partidos políticos. Porque resulta que ese hatajo de incompetentes van a recibir más de 3,600 millones de pesos este año… porque es electoral. Y eso, en plena crisis.
¿Alguien cree que nuestros partidos requieran semejante cantidad de dinero, teniendo en cuenta lo ineptos, rapaces, irresponsables e ignorantes que son la mayoría de nuestros políticos? ¿Se puede justificar, por ejemplo, que partidos como Convergencia o el Panal, que no le han aportado absolutamente nada a nuestro país, se chupen cientos de millones de pesos?
Para lo que le dan nuestros partidos a la Patria, la verdad, todo ese dinero no sólo es un desperdicio. Es un insulto. Qué poca…