La nariz controla el paso del aire y cuando algo obstruye su funcionamiento, el organismo paga la factura.
La nariz controla el paso del aire y cuando algo obstruye su funcionamiento, el organismo paga la factura.
En los días fríos se disparan los riesgos de padecer enfermedades, las más amenazantes son las respiratorias, pero hay otras que dan problemas en esta época. En lugares donde la contaminación es una constante y el medio ambiente es seco, la ausencia de humedad eleva el peligro de resequedad nasal y males del sistema respiratorio.
La prevención es el mejor de los remedios, sobre todo para evitar caer enfermos y ser víctimas de un cuadro infeccioso que demande el uso de antibióticos. Tomar bebidas calientes y caldos, ingerir dosis extras de vitaminas A y C en jugos y frutas de la estación son parte de los cuidados.
Pruebas novedosas
Hay quienes usan bálsamos con mentol para ayudar a la respiración. Sobre esta práctica un estudio publicado por el doctor Bruce Rubin de Universidad Wake Forest de la Escuela de Medicina de Carolina del Norte, advierte de complicaciones que pueden surgir en menores de dos años y niños pequeños al untarles bálsamos bajo la nariz.
De acuerdo con la prueba, contrario a lo que se piensa, untar bajo la nariz estos productos para respirar mejor puede aumentar la secreción de moco hasta 14%, acumulándose en la tráquea y bloqueando el paso del aire. Lo cual crea una situación difícil para los pequeños, ya que sus conductos respiratorios son mucho más estrechos que los de un adulto.
Expertos en este campo de la salud sugieren el uso de soluciones fisiológicas que disuelven las mucosidades nasales y arrastren las sustancias que atacan la mucosa nasal para prevenir el paso de microorganismos dañinos.
Mirada interna
El interior de la nariz está recubierto por mucosa nasal, tejido liso, cubierto por vellosidades y una capa ligeramente espesa que conocemos como moco.
La producción normal de mucosidad es cerca de un litro al día. Cuando existe un desequilibrio, ya sea provocado por agentes externos del medio ambiente como la contaminación, tabaco o falta de humedad, así como por la introducción de agentes infecciosos, la producción de moco aumenta y dificulta la respiración.
Las molestias al respirar van de la comezón o ardor al tomar aire, hasta una obstrucción severa que obliga a respirar por la boca, dañando la garganta y pulmones al privarlos del filtro natural que es la mucosa nasal.
En el caso de la resequedad nasal, se generan pequeñas heridas y costras en el interior de la nariz que favorecen las hemorragias.
Soluciones prácticas
Las soluciones fisiológicas son sustancias compatibles con el organismo humano, por ello, expertos aseguran que no causan efectos secundarios en ningún grupo de la población y normalmente están compuestas de agua y electrolitos, combinadas en ocasiones con distintos elementos para mayor efectividad.
Su principal componente es el cloruro de sodio, que sirve como mucolítico, ablandador de moco para lograr una inhalación refrescante.
Las soluciones fisiológicas que cuentan con un agente lubricante contribuyen a mantener el nivel óptimo de humedad en la mucosa, por lo que disminuyen las molestias de irritación, resequedad y congestión nasal.
Productos como Nasalub alivian la resequedad e irritación nasal ya que además del cloruro de sodio contienen glicerol como lubricante.
