
En Londres casi nunca nieva. La última gran nevada ocurrió hace 18 años. Todos los años hay un día en el que caen un puñado de copos, pero esta vez todo ha sido diferente. Han echado la trapa decenas de escuelas, los trenes van a pedales, han cerrado varias líneas de metro y los autobuses rojos de Londres se han quedado esta mañana en cocheras. Según la explicación oficial, para evitar accidentes y problemas de tráfico.