¿La paloma mensajera o el correo electrónico?

Las cartas de amor y de amistad de aquellos que recibieron alguna, envueltas en sobre y estampilla, han quedado para la posteridad, guardadas en clásicos roperos o en lo más profundo de su ser.

Hace años para muchas personas recibir una carta era la prueba más concreta de ser queridas, era el método más seguro, rápido y barato. Recibir al cartero a la puerta de la casa, escuchar el silbato, era la dicha para muchos, seguramente eran buenas noticias.

Hoy en día las cosas han cambiado, el correo se ha simplificado a entregar correspondencia de servicio casi en su totalidad, que proviene de diversas empresas bancarías, telefónicas o de tiendas departamentales, que son las que hacen mayor uso de él.

Julio César García Arámbula, secretario general del Sindicato Estatal en Durango, dijo que ha bajado el volumen de correspondencia y se está trabajando para que el servicio pueda sobrevivir, "necesitamos una unidad comercial más activa y ya los nuevos medios que hay como la computadora, internet, los correos electrónicos han rebasado el correo social, por eso se avocan a las grandes empresas".

 PROMEDIOS

Como media mensual se manejan alrededor de 25 toneladas de cartas que Correos de México trabaja dentro de la ciudad y sus municipios.

Dentro de estas cifras 20 toneladas corresponden al de tipo empresarial, mientras que para el personal sólo se entregan cinco toneladas, lo que corresponde al 20 por ciento del total de cartas.

La correspondencia que se manda de los municipios se concentra en el centro operativo ubicado en el bulevar Felipe Pescador y ahí rutas propias y troncales que vienen de Mazatlán y Monterrey se mandan a las oficinas correspondientes, declaró el entrevistado.

 NOSTALGIA

Para rescatar el uso del correo los trabajadores de la dependencia hacen diversas actividades para promoverlo.

Tal es el caso de las visitas a las escuelas primarias, donde se insiste a los alumnos para que hagan uso del servicio y se les explica cómo elaborar una carta, los elementos que debe llevar y la forma para su envío.

"Hemos reiterado nuestra preocupación con el sistema educativo para que continúen ofreciendo estas cátedras y que también visiten las oficinas.

Cuando así lo hacen, se reciben grupos y se les indica una guía para que les enseñe los servicios de un correo, cómo es que trabaja un cartero, los apartados postales, los giros postales, lo más elemental para no dejar arraigado el tema", insistió García Arámbula.

Parece no haber interés por este servicio, a los empleados les genera nostalgia, pues ven pasar la poca gente, y lo que hace algunas décadas eran montones de cartas, ahora se ha convertido en avisos bancarios y empresariales.

"Es muy triste escuchar a muchos usuarios recordar y comentar cuando recibían cartas del esposo, de los hermanos, que no es lo mismo guardar esos recuerdos, que una simple llamada telefónica o un correo electrónico", afirmó el funcionario.

 TESTIMONIOS

La señora Carmen Simental llevó unos papeles para mandarlos por correo.

"Ahora sólo hago eso, antes recibía y mandaba cartas personales, todavía las guardo en mi ropero de madera y de vez en cuando las leo y me pongo a llorar, porque muchas de ellas eran de mis familiares, ahora ya fallecidos. No entiendo cómo es que esas tradiciones se perdieron, porque no es lo mismo que alguien te dedicara un tiempo a través de una carta, que ahora en una llamada o por la computadora", dijo mientras miraba al horizonte.

Por su parte Sebastián Martínez, estudiante de secundaria, señaló que nunca aprendió a enviar una carta.

"Sí me enseñaron en la primaria, pero me confundía lo del remitente y al final pensaba que para qué lo aprendía, si ni siquiera le iba a dar uso; la verdad prefiero el Internet, el chat y el correo eléctrónico para cartas personales, nada mejor que la rapidez y las contestaciones casi de inmediato".

 EL RESCATE

Ante esta certeza se vislumbra un panorama desolador y abatido no por el paso de los años, sino por el avance de la tecnologia, parece que Correos de México tiende a desaparecer.

Para muchos, especialmente los adultos mayores, les parece inconcebible, para los más jóvenes les parece natural, mientras que los trabajadores de esta dependencia se encuentran en una interrogativa, esperando que siga existiendo demanda.

¿Por qué no se toma el tiempo de escribir una carta, enviarla y dejar un buen recuerdo en los demás?, seguramente muchos lo agradecerán y lo tendrán en su pensamiento por muchos años.

80

 POR CIENTO

De las cartas corresponde a las que envían empresas y bancos

Colecciones de estampillas

Una de las actividades que causa más atención en el servicio de correos y que está fuertemente avalada por la dependencia, es la filatelia, que se define como la afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y otros documentos postales.

Según definió el secretario general del Sindicato Estatal en Durango, Julio César García Arámbula, en esta clase de sellos queda representada parte de la historia nacional o regional de los países mediante figuras de personajes ilustres, monumentos, pinturas, flora, fauna, historia postal, entre otras.

"Queremos sacar adelante este proyecto de la filatelia, pues tenemos muchas estampillas para los asiduos coleccionistas de ellas y están a la venta al público al mismo valor que se expidieron, es decir, a pesar de haber transcurrido el tiempo se venden en igual costo".

Para los que comienzan en el mundo de la filatelia se recomienda que más que la cantidad, es la rareza de los ejemplares de la colección lo que le da valor a ésta. Algunos sellos, en particular aquellos con errores de impresión, raros pero conocidos, llegan a adquirir un valor comercial muy elevado y son difíciles de conseguir.

Esto es una manera de difundir el servicio del correo, la venta está de lo que va saliendo más recientemente, o lo que causa polémica. Muchos de estos "timbres" han sido el de El Chavo, El Santo, Memín Pinguín, estampillas bonitas que han ganado el gusto entre la población y que seguramente adquirirán más valor social y económico con el paso de los años.

Actualmente se realiza una serie de concursos en forma anual en donde se pide a los niños que presenten una propuesta de algún tema en especial, como de ecología, salud, para que participen en la propuesta. El ganador de la propuesta recibe un premio además de la publicación de su dibujo impreso en la estampilla distribuida por toda la República Mexicana.