Esta semana algunos de los titulares de la NFL incluyen la caída del halcón negro, un tigre que está fuera de control, las aventuras de un entrenador adolescente, y un chango viejo que al parecer todavía tiene maromas nuevas.
Primer cuarto. Este domingo los juegos del mediodía fueron con mucho los más entretenidos. En Massachusetts, los Patriotas retomaron el rumbo al mismo tiempo que le demostraron a los Halcones de Atlanta que todavía les falta para estar entre los más grandes.
El marcador final, 26-10 dejó claro que la defensiva de los Pats es mucho mejor de lo que se piensa. En Minnesota se desató una guerra feroz entre dos viejos: me refiero a Mike Singletary y Brett Favre. La defensiva del primero logró contener a Adrian Peterson en 85 yardas sin TD, pero la magia del segundo logró uno de los pases de anotación más espectaculares de la temporada.
Ese pase de 32 yardas a Greg Lewis logró una victoria increíble 27-24 que hace pensar a los Vikingos en ir por todo esta temporada.
Segundo cuarto. Los Jets, dirigidos por Rex Ryan y el sorprendente Mark "El Mexicano" Sánchez, tuvieron una dura prueba frente a unos Titanes desesperados por ganar.
Al final, la buena actuación de la defensiva logró colocar a los de Nueva York como líderes de la División Este de la AFC, mientras que los Titanes sorprenden por su pésimo inicio de temporada.
En Detroit, los Leones dieron el primer paso psicológico hacia cualquier recuperación al ganar su primer partido desde hace más de una temporada.
Logran una victoria sobre los Pieles Rojas de Washington, que esta temporada se han colapsado de manera fenomenal.
Tercer cuarto. La semana pasada los Cuernos Largos de la Universidad de Texas humillaron a los Mineros de la UTEP 64-7 y una vez más pensé en lo ridículo que es el calendario de algunos equipos colegiales. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que los Cuervos de Baltimore juegan no una, sino dos veces, contra los Cafés de Cleveland.
Después de la derrota 34-3, Cleveland debería considerar mandar a la banca a los 53 jugadores. En cambio, el otro equipo de Ohio está irreconocible. Después de la sorpresa de ganarle a Green Bay, ahora van y le suenan a los mismísimos campeones Steelers 23-20.
Marvin Lewis está orquestando un sistema de juego muy novedoso que consiste en correr con Cedric Benson, golpear al oponente, pases cortos pero precisos de Carson Palmer, golpear al oponente, detener la carrera y golpear al oponente.
Cuarto cuarto. Lo más impresionante del juego del domingo en la noche fue ver la facilidad con la que los Colts dominaron el juego.
Cuando Tony Dungy los entrenaba su problema no era la temporada regular, sino la postemporada.
El tiempo nos dirá si Jim Caldwell puede hacer un mejor trabajo que su mentor.
Destaca la actuación nuevamente del receptor Pierre Garcon. El lunes en la noche en Dallas, ver ganar o ver perder a los Vaqueros es casi lo mismo.
Siguen siendo indisciplinados, faltos de imaginación y ahora hasta el dueño está insultando a los jugadores lesionados.
La razón por la que ganaron es porque las Panteras son todavía peores. Para la próxima semana esperamos un juegazo entre Santos y Jets, Baltimore y Nueva Inglaterra y quizás uno de los juegos más esperado del año: Brett Favre recibe a su nuevo equipo.
Tiempo extra. Josh McDaniels, el hijo descarriado de Bill Belichik, después de lograr echar a Jay Cutler y pelearse con Brandon Marshall, está 3-0 esta temporada al frente de los Broncos de Denver. A lo mejor Wade Phillips debería pelearse con Tony Romo o, mejor todavía, con Jerry Jones.
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