Por etapas. En cada etapa de la vida de las mujeres, es necesario practicar algunos estudios para detectar oportunamente enfermedades y contribuir a su prevención; los estilos de vida saludables son factor clave.
En cada década de la vida de una mujer, es necesario practicar exámenes médicos específicos, con la idea de contribuir a una mejor calidad de vida y de prevenir enfermedades.
Los diversos cambios que sufren las mujeres a lo largo de la vida, son paulatinos e intermitentes, y están directamente relacionados con factores como la edad, carga genética y estilo de vida.
Se considera que por ello, factores como la buena alimentación, la práctica de actividad física con regularidad, así como el mantenerse lejos de las adicciones al tabaco, bebidas alcohólicas o las drogas, en términos generales, un estilo de vida saludable, influye de manera positiva en la preservación de la salud.
De acuerdo con información proporcionada por representantes de laboratorios médicos, en la actualidad la medicina está más inclinada hacia la prevención que a la curación.
Esto, debido a que está comprobado que la medicina preventiva genera menores gastos para el paciente e incluso para el país, pues su principal objetivo es reducir las posibilidades de padecer una enfermedad.
Gracias a los adelantos tecnológicos y de la ciencia, en la actualidad es factible reducir los riesgos de enfermedad que caracterizan cada una de las etapas de la vida de la mujer, siempre y cuando se realicen los estudios correctos en el tiempo indicado.
La necesidad de practicarse estudios está considerada a partir de los 20 años de edad, etapa en la que las mujeres deben estar muy alertas de cualquier alteración en la menstruación, mamas o genitales, ya que podrían ser indicadores de algún padecimiento inicial.
La década que comienza a partir de los 30 años, es la ideal para comenzar con la prevención de enfermedades crónico degenerativas, principalmente.
Para esto, es necesario que las mujeres se practiquen un análisis de laboratorio de química sanguínea de 27 elementos, para verificar la función del hígado y riñones; los niveles de triglicéridos y colesterol, así como de las enfermedades transmitidas sexualmente.
En el caso de la maternidad, es necesario seguir el consejo de un embarazo de 12 meses, es decir, evaluar la salud de la pareja desde tres meses antes de la gestación y preparar a la madre para que el futuro bebé tenga todo lo necesario para su óptimo desarrollo.
En esa fase, se recomienda el consumo de ácido fólico en una tableta diaria, lo cual puede hacer la diferencia entre un bebé sano y aquél que nazca con malformaciones de tipo congénito.
Además, se considera que el ácido fólico es un mineral básico para mantener la salud en las mujeres, por lo que incluso las instituciones de salud recomiendan su consumo a partir de los 12 años de edad.
En los 40 años, se debe estar alerta para evitar los riesgos de padecer cáncer en cualquiera de sus formas.
Es necesario recordar que el cáncer cérvico uterino es el segundo más frecuente en nuestro país, por lo que el papanicolau debe practicarse anualmente.
Al iniciar esta etapa, es el momento óptimo para practicarse la mastografía una vez al año, que es una radiografía especial para descartar los inicios del cáncer de mama.
A partir de los 50 años, surge una reducción del metabolismo y por lo tanto, de la cantidad de hormonas.
Ambas situaciones predisponen a la osteoporosis, la elevación de lípidos (grasas) y aceleración del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis.)
Por ello, son indispensables la densitometría ósea para conocer cómo fija el organismo el calcio en los huesos y el grado de resistencia de los mismos, así como la química sanguínea periódica.
A partir de los 60 años, es muy importante monitorear los niveles de azúcar en la sangre cada seis meses; además de las pruebas de laboratorio para conocer cómo funciona el páncreas, es necesario tomar una radiografía de los pulmones y un electrocardiograma.
FUENTE: LABORATORIOS MÉDICOS
Prevención
Se recomiendan en cada etapa, los estudios de:
⇒ 20 años: Biometría hemática, química sanguínea, examen general de orina, colposcopía, papanicolaou (si ya inició vida sexual), perfil hormonal.
⇒ 30 años. Ultrasonido mamario y pélvico, papanicolaou, colposcopía.
⇒ 40 años: Mastografía, papanicolaou, colposcopía, biometría hemática, química sanguínea de 27 elementos y de orina.
⇒ 50 años. Biometría hemática, química sanguínea de 27 elementos; mastografía, colposcopía, papanicolaou, ultrasonido pélvico y perfil hormonal.
⇒ 60 años en adelante. Biometría hemática, química sanguínea de 27 elementos, placa de tórax y electrocardiograma.
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