La extrema derecha norteamericana abomina de los inmigrantes ilegales, especialmente de los hispanos. Y tiene a sus voceros y promotores de odio, bien identificados. Entre ellos se encontraba el analista y comentarista de Cable News Network, Lou Dobbs. El cual en su programa se lanzaba a injuriar a los inmigrantes, culpándolos de todo lo malo que pasaba en Estados Unidos, desde las pésimas condiciones del sistema educativo hasta ¡la extensión de la lepra! Este último dato, manipulado de manera grosera, mostró que Dobbs recurría a la vil mentira, con tal de denostar a quienes llegan del sur en busca del mentado Sueño Americano.
Y dije antes que "se encontraba", porque Dobbs dejó su espacio de CNN. Según su carta de renuncia, va a buscarle por otro lado. Traducción: al parecer quiere entrar a la política y va a irse preparando. CNN dio a conocer que la separación era amigable y le deseaba mucha suerte a su antiguo colaborador en lo que se le ocurra emprender. Traducción: no lo corrimos.
Sin embargo, en la blogósfera corre el rumor de que la salida de Dobbs de CNN fue a consecuencia de la presión que, vía Internet, ejercieron varios grupos hispanos. Desde hacía meses, sitios como bastadobbs.com y grupos de Facebook como CNN should fire Lou Dobbs (CNN debería correr a Lou Dobbs) empezaron a tener muchas entradas. La teoría es que la cadena de televisión por cable entendió que le estaba saliendo más caro el caldo que las albóndigas, y que Dobbs ya era un riesgo y no un activo.
Por supuesto, todo ello es mera especulación. Pero dice mucho del poder percibido que están teniendo las redes sociales y los diversos instrumentos de comunicación del siglo XXI: que el ciudadano común y corriente, el de la calle, que nunca había sido tomado en cuenta, ahora puede crear un efecto de avalancha a través del teclado. Y que los grandotes ya están teniendo en consideración esas opiniones expresadas en la red.
Además, CNN puede haber tenido en cuenta una realidad indiscutible: que los hispanos son ya la primera minoría étnica en Estados Unidos. Y que en treinta años pueden constituir hasta el 30% de la población. Andar quedando mal con semejante mercado no es bueno para la salud financiera de largo plazo de ninguna compañía.
Y también habría que tomar en cuenta que, con un presidente afroamericano, las tiradas de racismo velado de Lou Dobbs no subían los bonos de CNN... empresa que quedó muy lastimada en su credibilidad y prestigio por la sesgadísima y parcial cobertura que dio a la Segunda Guerra del Golfo en 2003. Lo que había ganado con la Primera, ahí quedó.
En todo caso, 'haiga sido como haiga sido', lo bueno es que Lou Dobbs ya no tendrá su tribuna. Y esas son buenas noticias.