En la zona serrana también se registraron ejecuciones.
Inseguridad
Desde el primero de febrero, todos los días se han registrado hechos delictivos en territorio estatal, entre los que destacan ejecuciones, “levantones” y granadazos, que en total dejaron un saldo de 20 personas muertas.
Durango.- En el periodo comprendido entre el domingo primero de febrero y hasta ayer, la semana se había tornado como una de las más violentos quizá en toda la historia de Durango; en este lapso se registraron 20 asesinatos, diez personas heridas y por lo menos siete “levantones”, presentando la mayoría tintes de la delincuencia organizada; como hechos sobresalientes se tienen los ataques dirigidos a las autoridades como los granadazos en contra de la comandancia policial de Francisco I. Madero y en agravio de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), así como los asesinatos de cuatro agentes de Seguridad Pública y la ejecución del Presidente Municipal de Otaez.
Aunque se ha hablado de posibles pactos entre los diferentes cárteles de la droga para hacer un alto en las ejecuciones, pues justificaban que debido a la rivalidad entre éstos se estaban dedicando a matarse unos a otros y que había descuidado el “negocio”, es decir, el tráfico de enervante.
Sin embargo, parece que los líderes de estas agrupaciones delictivas no respetaron el acuerdo y siguen “levantando” y asesinando a personas, algunas inmiscuidas en el ámbito de las drogas y otras inocentes.
Domingo 1.- Todo inició aquel domingo primero de febrero, justo hace ocho días, cuando en pleno Centro Histórico de la capital duranguense un par de sujetos abrieron fuego en contra de una pareja conformada por Alejandro Hernández Vázquez, de 33 años, y Martha Guadalupe Ruiz Montoya, de 19, quien presentaba diez semanas de gestación, quedando ambos sin vida en el interior de un vehículo que se incrustó en una jardinera de la plazuela Baca Ortiz.
Ese mismo día, en la ciudad e Francisco I. Madero, las armas de fuego se hicieron escuchar ya que supuestamente el señor Omar Yahujar Hinojosa, de 40 años, lanzó varios disparos en contra de los policías municipales de esa localidad y éstos al repeler la agresión dispararon en su contra y lo asesinaron de múltiples impactos de bala.
Mientras que en la Comarca Lagunera las autoridades informaban que entre los municipios de Tlahualilo y Gómez Palacio fue encontrado un cuerpo sin vida que estaba tapado con una cobija desgarrada de color azul; sin embargo, como la Procuraduría estatal no informó sobre este deceso no se pudieron corroborar las causas que provocaron la muerte.
Lunes 2.- El lunes, que por cierto fue día festivo, amaneció Durango con la noticia de que en Tamazula habían asesinado a los policías municipales José Francisco Cháirez Jiménez y Ramón Medina Niebla y que había quedado herido uno de los agresores; sobre estos hechos se logró la detención de los cinco presuntos homicidas.
Más tarde, alrededor de las 9:00 de la mañana, los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) pidieron el apoyo a los elementos de Protección Civil para rescatar dos cadáveres que se encontraban en el fondo de una noria de 40 metros de profundidad en Villa Unión, Poanas, según una llamada anónima.
Al mediodía al sacar a flote los cadáveres se tuvo conocimiento de que éstos pertenecían al jefe de grupo de la Policía Municipal Juan de Dios Morones Morones, de 31 años de edad, y al agente de Tránsito Jacinto Rafael Higareda Saucedo, de 28, quienes habían sido “levantados” 15 y ocho días antes, respectivamente, siendo la causa del deceso heridas producidas por arma de fuego y asfixia por ahorcamiento, de acuerdo con el orden mencionado.
También por arma de fuego, pero en Santiago Papasquiaro fue asesinado Santiago Favela Nevárez, de 45 años, y para terminar el lunes sangriento, en el centro de la capital, justo en el jardín de San Antonio, fue baleado el joven Cornelio Quintero, de 27 años, vecino de la colonia Asentamientos Humanos.
Martes 3.- Retumbó la ciudad de Francisco I. Madero, municipio de Pánuco de Coronado, ya que en la madrugada varios sujetos fuertemente armados lanzaron una granada en contra de la comandancia de la Policía Municipal, además de disparar en más de 200 ocasiones sobre el inmueble, quedando lesionados dos agentes que vigilaban dicho cuartel.
La Procuraduría estatal se declaró incompetente ante estos hechos y debido al tipo de armamento que usaron para el ataque turnaron el caso a la Procuraduría General de la República (PGR).
Más tarde en la agencia del Ministerio Público de Canatlán se interpuso la denuncia sobre la desaparición de un señor de apellido Varela y su hijo.
Miércoles 4.- Nuevamente en la madrigada una detonación de granada se hizo escuchar, pero ahora en las instalaciones de la PGJE arrojando un saldo de un policía herido por las esquirlas salientes del artefacto explosivo.
En esa ocasión los agentes de la DEI que estaban de guardia repelieron la agresión y “topetearon” a los delincuentes provocando que éstos dejaran el vehículo abandonado y huyeran a pie.
Más tarde, como a las 11:00 de la mañana, a la capital del estado llegó la noticia de que habían acribillado a una pareja y a su menor hijo de ocho años, quienes circulaban por el paraje conocido como Ojo del Lobo, en Donato Guerra, municipio de Canatlán.
Ahí quedaron sin vida, en el interior de su vehículo, el señor Salvador Vázquez castro, de 40 años, y su esposa Miriam González, de 36, resultando lesionado con una herida en la cabeza el menor Ángel Salvador, teniéndose conocimiento de que la masacre fue con “cuernos de chivo”.
Mientras tanto, en Gómez Palacio, los agentes investigaban el caso de la ejecución de Salvador González Gutiérrez, de 49 años, quien fue encontrado muerto en la cinta asfáltica del bulevar Ejército Mexicano, debajo del puente que une a Torreón con Gómez Palacio, con nueve impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Jueves 5.- Desde temprano los agentes de la todas las corporaciones policiacas y del Ejército Mexicano se dieron cita en el bulevar Instituto Tecnológico, a espaldas de Liverpool, en la ciudad capital, pues ahí fueron “levantados” un taxista y dos de sus acompañantes por cuatro tipos armados y encapuchados que se los llevaron en una Liberty verde.
Ya como a las 14:00 horas, el convoy de policías se dirigió a la supercarretera a Mazatlán, a la altura del kilómetro 13, ya que debajo del puente El Frijol encontraron a una persona ejecutada y encobijada, atada de pies y manos, misma que fue asesinada por ahorcamiento, siendo identificado más tarde como Efrén Domínguez Martínez, de 57 años, con domicilio en el fraccionamiento Real Victoria II.
Apenas venían los agentes de la supercarretera cuando tuvieron que trasladarse a las inmediaciones del Panteón de Oriente pues ahí “levantaron” a otra persona en una Ram gris o verde.
Asimismo, en la calle Matamoros, esquina con Arista, del barrio de Tierra Blanca, un par de sujetos disparó por lo menos en una decena de ocasiones para herir a Enrique Escalier Aldaba, de 43 años, quien tiempo atrás había estado preso al parecer por delitos contra la salud, resultando lesionados también dos señores que se encontraban platicando en una placita ahí ubicada.
Y para cerrar el jueves, como a las 21:00 horas, Édgar Ely Arjón Bañuelos, de 30 años, vecino de Villa Unión, Poanas, fue asesinado a balazos en el tramo carretero que conduce de la localidad de su residencia al poblado Orizaba.
Viernes 6.- En la madrugada del viernes en el kilómetro ocho de la carretera Durango-Mazatlán, a la altura de “la curva” fueron encontrados los cadáveres desnudos y envueltos en una cobija de dos personas, siendo uno de ellos el de Rodrigo Fernández del Ángel, de 23 años de edad y con domicilio en el fraccionamiento San Juan de esta ciudad, el taxista que fuera “levantado” del bulevar Instituto Tecnológico, y el otro Carlos Salvador Dávila Vázquez, de 30, vecino del fraccionamiento Puertas de San Ignacio.
A las 7:00 de la mañana se recibió el reporte de una persona ejecutada y encobijada en las inmediaciones del fraccionamiento Santa Amelia y cuando el personal policiaco y castrense se trasladó al lugar se dieron cuenta de que el occiso era el presidente municipal de Otaez, Claudio Reyes Núñez, quien había sido torturado antes de ser ejecutado.
Más tarde la Procuraduría informó que otra vez en Villa Unión, encontraron a una persona muerta, que respondía al nombre de Bernabé Páez Cortez, de 52 años, a quien le apreciaron tres impactos de bala en el rostro, pecho y cráneo.
Ya por la noche, como a 50 metros de la carretera a El Publito, a la altura del entronque a El Nayar, fueron tirados los cuerpos ahorcados y encobijados de Lucio Benadac Flores, de 55 años, vecino de la calle Encino, en la colonia Santa María, y de otra persona que hasta el cierre de la edición dominical no había sido identificada.
Sábado 7.- El sábado estuvo relativamente calmado; no obstante, el informe que proporcionó la Procuraduría estatal señaló que un taxista fue fuertemente golpeado por tres tipos armados que circulaban en una camioneta Yukon negra y un Jetta rojo, teniendo que ingresar a una clínica particular donde le apreciaron un golpe en la cabeza con arma de fuego. El lesionado, al parecer “sin querer”, se les atravesó a los sicarios y por tal razón éstos arremetieron en su contra.
Y en la tarde se tuvo conocimiento de que una persona de nombre Calixto había sido “levantado” de un establecimiento comercial por unos sujetos armados y aunque se registró un movimiento policiaco para localizar al mencionado no fue posible su detección.
Domingo 8.- Finalmente, ayer, sólo se registró un movimiento policiaco durante la madrugada ya que en los terrenos del fraccionamiento Silvestre Revueltas se enfrentaron dos grupos de sujetos que circulaban en sendas camionetas, según el reporte que se recibió en las diferentes corporaciones; sin embargo, ante la presencia policiaca no se logró ubicar a los tipos armados.
Asimismo, fue notable la presencia de efectivos del Ejército Mexicano y de agentes estatales en las inmediaciones de un hotel ubicado en la calles Juan E. García, casi esquina con Urrea, en el barrio de Tierra Blanca.
El Siglo de Durango
Cifras
20
Asesinatos
presuntamente relacionados con el crimen de alta escuela se perpetraron en territorio estatal durante la primera semana de febrero.
Personas
por lo menos, fueron “levantadas” durante el periodo comprendido entre el domingo primero y el domingo 8 de febrero.
10
Personas
resultaron heridas en diferentes sucesos violentos que se registraron en la última semana, presumiéndose la participación del crimen especializado.
Hechos delictivos
fueron registrados en contra de la autoridad: un granadazo en Francisco I. Madero, otro en la PGJE, cuatro policías asesinados y un alcalde muerto.
El crimen le pega a las autoridades
En esta primera semana de febrero se registraron hechos que fueron calificados como una clara afrenta en contra de las autoridades.
El lunes 2 de febrero mataron a balazos a los agentes José Francisco Cháirez Jiménez y Ramón Medina Niebla, de la Policía Municipal de Tamazula y el mismo día fueron encontrados los cuerpos sin vida del jefe de grupo de Seguridad Pública de Villa Unión, Poanas, Juan de Dios Morones Morones, de 31 años de edad, y al agente de Tránsito Jacinto Rafael Higareda Saucedo, de 28.
El martes, un comando armado lanzó una granada y realizó más de 200 disparos con armas largas en contra de las instalaciones de la comandancia policial de Francisco I. Madero, con un saldo de dos policías heridos.
El miércoles lanzaron otra granada en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con saldo de un agente investigador lesionado.
Y el viernes encontraron ejecutado y encobijado al Presidente Municipal de Otáez, en los terrenos del fraccionamiento Santa Amelia de la ciudad capital.