Cada vez que el presidente Calderón pronuncie un discurso, un contingente del Sindicato Mexicano de Electricistas intentará estar ahí para interrumpirlo. Cada vez que tome la palabra el secretario del Trabajo, Javier Lozano, los empleados del Luz y Fuerza del Centro buscarán insultarlo. El plan de la directiva del SME para enfrentar que no le hayan otorgado la "toma de nota" a su secretario general Martín Esparza es una guerra de baja intensidad. No incluye dejar sin luz al DF ni declararse en paro de labores... por ahora.
Hoy convocarán a su Asamblea General, que con mucho debate de por medio suele seguir los lineamientos de sus líderes que ahora piden esta política de guerra de guerrillas impulsada además con marchas y manifestaciones -inicialmente, no bloqueos-, en particular una en la que esperan juntar a 50 mil personas rumbo a Los Pinos el jueves, apoyados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el movimiento lopezobradorista y algunos otros sindicatos como el de tranviarios.
Para fines de mes, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje seguramente resolverá que la reelección de Esparza fue un fraude y ordenará hacerla de nuevo, pero el líder no está dispuesto a ello.
Vendrá simultáneamente la pelea jurídica, particularmente cuando el SME se ampare. Será clave saber en qué sentido le otorgan la suspensión a Esparza, con o sin acceso a los aproximadamente 450 millones de pesos que mensualmente le entran a este sindicato, según sus estados financieros. Será o no su gasolina para el conflicto.
Es, hasta ahora, una disputa política que nada incide en lo que más interesa a la ciudadanía: tener un mejor servicio de luz (sin corrupción, apagones ni recibos inflados) y dejar de pagar, vía el presupuesto federal, 40 mil millones de pesos de subsidio a un monopolio ineficiente.
La verdadera pelea, la económica, se va a dar a más tardar en seis meses, en marzo de 2010, porque se vence el obeso contrato colectivo de trabajo del SME y hay que negociarlo de nuevo. O antes, si el Gobierno Federal decide intervenir Luz y Fuerza o si el sindicato opta por convocar a un paro y motiva la requisa.
Ésa sí será la guerra. La Policía Federal está lista para tomar las instalaciones. Técnicos de la CFE han sido adiestrados para ocupar el lugar de los electricistas del SME. Los de este sindicato aseguran que nadie sabe manejar sus máquinas y ellos están dispuestos a dejarlas prendidas para que otro las eche a perder e irse a bloquear calles, plantarse donde les digan y enfrentarse con quien tengan que hacerlo.
Será cosa de medir los músculos.