"Yo soy mexicano mi tierra es bravía/palabra de macho que no hay otra tierra/ más linda y más brava que la tierra mía".
He querido comenzar con este fragmento de una canción ranchera, porque precisamente voy a referirme a la ranchera del momento que protagonizan el Juanito y la Brugada; versión moderna de la Tostada y la Guayaba.
"Vas a ser el Delegado pero no te la vayas a creer", le había advertido el Rayito de Esperanza, pero he aquí que el candidato de utilería sí se la creyó, y ante la amenaza de que la espuria no le devolviera el cargo oportunamente, Juanito tomó la Delegación a media noche y por la puerta de atrás. "Ya tomé protesta constitucional el día primero de octubre y sólo falta ocupar la oficina de Delegado. Si no me permite entrar Clara Brugada, está cometiendo un delito; y tengo que entrar", así dijo el inefable "Juanito", Delegado elegido por el voto popular, quien inmediatamente después de tomar posesión de su cargo; ante la manita de puerco que le hizo Marcelo Ebrard, pidió licencia de cincuenta y nueve días para volver después por sus fueros.
Y ahí lo tenemos, amachado, que se queda y que se queda, repite. Por su parte, la elegida por el único voto de quien se identifica a sí mismo como "el pueblo"; al sentirse despojada de la jefatura delegacional y de los millones que ésta representa, no se le ocurrió nada más convincente que vestirse de Adelita y cabalgar triunfal por las calles de Ixtapalapa en busca del apoyo de la gente.
Todo es folklórico y colorido como una desgarrada canción mexicana. Todo es humor involuntario como en las telecomedias; lástima que se trate de la vida real, y de que en la Delegación Ixtapalapa que es la más populosa y una de las más duramente golpeadas por la crisis; después de seis meses de la elección, los ixtapalapenses no saben aún quién es su Delegado y viven en el desgobierno que ha resultado de la burla electoral orquestada para esa Delegación por una Chachalaca que no calla. La misma que durante su gestión como jefe de Gobierno de la capital, dispuso de periodistas y camarógrafos para transmitir por todos los medios su conferencia mañanera que le permitió colarse diariamente en nuestros hogares ¡durante cinco años!
Y lo que son las cosas, ese Rayito que ha recibido especial atención de los medios, hoy protesta por que las cámaras ya tienen otros objetivos, por que sus despropósitos ya no ocupan las primeras planas, por que ya cansa tanto desfiguro, por que insulta, por que alborota y por que se repite ad nauseam: "la mafia, el pelele, el compló".
Porque él y sus Noroñas amenazan, toman las tribunas, cierran carreteras, estrangulan el tránsito y desquician la ciudad con sus protestas; siempre "pacificas", según dice él; que no para de decir todo lo que dice, pero que nunca ha dicho qué pasó con la lana que de manera espectacular y frente a las cámaras de televisa, se llevó su fidelísimo Bejarano; y tampoco ha dicho de dónde saca pa'tanto como destaca. Lo bueno de la ranchera que se vive en Ixtapalapa, es que las cámaras de televisión nos permiten observar los resultados de la muy peculiar manera que tiene el Rayito de hacer política.
Menos mal que en Guadalajara tiene lugar la Feria del Libro, y en ella el talento, la sensibilidad y la esperanza que nos da saber que la democracia siempre puede corregirse, la dictadura no.