MUY MAL PRECEDENTE el que fijó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cuando resolvió el juicio de acción inconstitucional promovido por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que deja sin efectos el Artículo 13 de la Ley Electoral de Coahuila en su último párrafo que decía: "Ningún diputado electo podrá separarse de su fracción parlamentaria, salvo en el caso de candidaturas comunes".
LA SUPREMA CORTE, por nueve votos a favor y dos en contra, resolvió que los diputados llamados por el pueblo como los "Brincolines", por aquello que saltan de un partido político a otro según sus muy especial estado de humor o por que pueden conseguir una propina especial que se venga a sumar a su sueldo, viáticos y bonificaciones que tan generosamente cobran.
LOS SEÑORES MINISTROS razonaron que ese tipo de prohibición no se encuentra prevista en la Constitución General de la República, y que por otra parte, que la norma coahuilense violó el libre derecho de asociación de los legisladores.
COMO ANTECEDENTE del problema jurídico, se mencionó la renuncia de la senadora Josefina Cota a la fracción parlamentaria del PT en el Senado y el arribo a dicha bancada del senador Ricardo Monreal del PRD (pariente de los propietarios de la bodeguita) para salvar de esta manera la desaparición del grupo parlamentario de PT, ello en razón de que la Ley Orgánica de la Cámara exige que una fracción parlamentaria deberá estar integrada por lo menos por cinco senadores.
LA RESOLUCIÓN de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene, entre otras graves implicaciones, la de venir a fomentar lo que podría llamarse "la traición del candidato a sus electores". Ello en razón de que el candidato fue electo, entre otras razones, por la plataforma ideológica y política que sostenía el partido que lo postuló y que ofreció a los electores durante toda su campaña de proselitismo. Con esa bandera y ese planteamiento se presentó ante sus electores y a ellos les solicitó el voto, pero ahora resulta que el señor se niega a sí mismo como candidato del partido que lo postuló y tranquilamente le dice a sus electores: ¿Ya ven que era morado?, ¡pues ahora soy amarillo!
ESTA RESOLUCIÓN viene a corromper aún más, de lo que ya están, a oportunistas "políticos brincolines" que con su actitud confirman que carecen de principios ideológicos y mucho menos de ética o moral. Lo que habrá de reconocer a este tipo de políticos cirqueros, es su apegado amor a las propinas que la vida les va facilitando mediante la traición a los ciudadanos que votaron por ellos.
Reflexión: "Moral es lo que nos
Permite ser fieles a nosotros mismos"
Jeanne Moreau (1928--)
Actriz de cine y teatro francesa.
