De la vida misma
Debemos gozarla a plenitud, cada instante.
Y ésto hay que empezarlo temprano, antes que el destino nos alcance.
Y cada quien deberá hacerlo como sean sus deseos, sus gustos, sus preferencias.
Para que cuando pasen los años de nada nos arrepintamos.
La vida nos da lecciones todos los días, y también con gran frecuencia nos pone exámenes.
Y hay que ser congruentes con lo que anhelamos, con lo que deseamos, y con lo que decimos.
Esta semana platicábamos con Mundo, famoso estilista quien comentaba algunas de nuestras columnas y decía, estoy de acuerdo en muchas de ellas porque hablas del trato entre los humanos, de la mejor forma de comportarnos y del perdón.
Recalcó el tema del perdón y lo eslabonó con el amor.
Así siguió platicando hasta que nos pidió nuestra opinión sobre los niños y su comportamiento, a veces travieso, a veces inquieto.
Y añadió: Acabo de poner sillones nuevos y a veces vienen con sus lápices y rayam o los pican.
Olvidando su plática inicial dijo: Ya hasta quisiera poner que aquí no se atienden niños.
Y fue cuando bricamos recordándo sus palabras sobre el amor y el perdón.
Y nuestra reacción fue hablar de la atención que todos debemos darle a los niños, incluso desde antes que nazcan, pues tenemos compañeros en la redacción muchas veces esperando hijos, y vemos con que ilusiones hablan de su próxima llegada y del trato de amor y cuidado que se dan en la pareja, para que todo redunde en bien del que viene en camino.
Luego recordamos a nuestros nietos, traviesos, inquietos, alegres y juguetones, a los que queremos llenar de cariño de y cuidados.
Y luego recordamos nuestra niñez, donde nadie nos cerraba las puertas, en ningún lado, incluso en esta casa a la que llegamos menores de edad.
A los niños no se les debe cerrar la puerta en ningún lado, es como ofender al Eterno, así de plano y para acabar pronto.
Ellos esperan de nosotros lo mejor y serán nuestras enseñanzas y atenciones los que los fortalecerán para enfrentar después un mundo cada vez más difícil.
A Mundo, la vida le dejó decir algunas cosas y luego le puso un exámen.