Riesgo. Varios sectores han alertado sobre un posible estallido social a causa de la crisis económica. ARCHIVO
MÉXICO, DF.- Desde diversos sectores, en las últimas semanas se han multiplicado las voces de alerta sobre un eventual estallido social provocado por la actual crisis económica y sus efectos en materia de carestía, desempleo e incremento de la pobreza.
El 18 de agosto, el rector de la UNAM, José Narro, advirtió que la actual situación financiera de México pone en riesgo la estabilidad social si se sigue actuando con "recetas de hace 20 años".
El presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, Gustavo Rodríguez Vega, indicó el 26 de agosto que la crisis económica y la inseguridad colocan a México ante el riesgo de expresiones de desesperación.
"Es impredecible un estallido social, ojalá que eso no vuelva a suceder más en México (...) pero ya estamos viviendo un ambiente violento. No se puede separar la crisis económica de la crisis de criminalidad y violencia que estamos viviendo", apuntó.
El mismo día, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Armando Paredes, urgió a llevar a cabo los cambios necesarios en el país para prevenir el descontento.
"Si no hacemos estos cambios ya, seguramente en el futuro nos vamos a encontrar con problemas sociales serios en México", alertó. La preocupación ha sido compartida por la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, y por el ex candidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador. México está al borde de un estallido social por la falta de capacidad de la actual Administración federal, sostuvo el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal el 31 de agosto.
El propio secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, admitió el 29 de agosto que a los gobiernos de todos los niveles les preocupa el riesgo de un estallido social, por lo cual, dijo, se atiende de manera especial a los mexicanos en situación de pobreza.
En cambio, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, descartó el 4 de septiembre la posibilidad de que en México haya un estallido social, porque, dijo, "no hay condición ni justificación que expliquen o den lugar a una situación de violencia".
