Uno de los últimos atractivos turísticos que ofrece la Ciudad de México, es un recorrido por algunas de sus cantinas más populares.
Este paseo lo organiza la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura, y se inicia todos los días a las ocho de la noche a un costado del Palacio de Bellas Artes.
El recorrido se hace en cómodos camiones, y el guía que va cuenta a los paseantes algunos detalles interesantes y curiosos del Centro Histórico de la ciudad, mientras llegan a las cantinas que se visitan.
La primera parada es en la cantina "La Faena", que tiene un gran ambiente taurino porque allí no sólo se habla de toros, sino que acuden a dicho sitio varios matadores y aficionados adictos a la Fiesta Brava.
Por supuesto, en esta cantina, como en las otras que se visitan, se permite a los turistas que disfruten de algunas bebidas y bocadillos, mientras recorren bien el salón, toman fotos, y el guía cuenta algunas historias que se dieron en dicho salón.
Cerca está el hotel Mancera, que fue uno de los mejores de la Ciudad de México, y que guarda una rara colección de azulejos con frases e imágenes pintorescas, así como vitrinas con los trajes de diversas épocas del toreo. Este hotel, en la época del porfiriato, era el preferido de los más distinguidos personajes de la política y del arte que llegaban del extranjero.
De estos dos lugares, el paseo continúa al muy tradicional bar "La Ópera", uno de los de mayor historia en la Ciudad de los Palacios. Hace esquina 5 de mayo y el callejón Filomeno Mata, donde se encontraba antes la Cámara de Diputados, y donde está ahora La Torre de Papel, un gran local donde se venden casi todos los periódicos de provincia.
"La Ópera" es un bar, aunque muchos le llaman cantina, salón y hasta "abrevadero", que conserva en el techo la incrustación de una bala que se dice disparó Pancho Villa cuando estuvo allí.
Es un bar elegante, con buenos platillos y una gran variedad de licores y cervezas. Tiene reservados lujosamente arreglados, y fue uno de los primeros bares que aceptó dar servicio a mujeres.
Aquí también, no faltaba más, los turistas que hacen el paseo por dichos salones pueden refrescarse con algunos licores, y de allí se trasladan al Salón España, ubicado en los terrenos donde antes estuvo el Convento de la Enseñanza, y donde se encuentra la mayor colección de marcas de tequila. Se dice que se puede pedir cualquiera de las 227 diferentes marcas de tequila, todas de producción nacional, y muchas desconocidas por el público mexicano.
Por último, y en esta curiosa excursión nocturna, los turistas son llevados al "Bar Alfonso", que data de la época del porfiriato, con bella decoración afrancesada y una terraza muy amplia, donde se puede beber a gusto y tener un bonito panorama de la ciudad.
Los paseos para conocer estas cantinas o bares de la ciudad de México han tenido tal éxito, que se planea ampliarlos para llevar a los turistas a conocer otros bebederos elegantes y con historia.
Quienes disfrutan de este paseo tienen además dos opciones: quedarse en el bar que les parezca atractivo aunque abandonen la excursión, o al terminar ésta regresar al lugar donde encontraron mejor ambiente.
