EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Las compras

GILBERTO SERNA

Las crisis no es algo que afecte a todos. Por lo común se da sólo en ciertas clases sociales que tienen la ocurrencia de acudir de vez en cuando a las oficinas de asistencia social, creadas por el Gobierno Federal, a solicitar donaciones. Los señores sentados en sus poltronas, en la cámara que alberga a los senadores, no están incluidos en esas ciertas clases sociales. No, ellos son la parte más alta de la nación que si tuviera cabeza, estaría compuesta de senadores. Antes ese lugar lo ocupaba el Presidente de la República, absolutamente ya no. Están encargados de iniciar y formar las leyes que rigen a los mexicanos, que no es poca cosa. No se crea fácil, ya que es una ardua tarea la que tienen asignada. Para eso cuentan con dos períodos de sesiones; con duración de tres meses el primero, el segundo dura un mes y medio. El resultado es que la gran mayoría de los senadores y diputados tiene un trabajo formal, sumados ambos trechos, durante cuatro meses más quince días. En el resto del año el esfuerzo lo realiza un muy reducido grupo de legisladores, para ser preciso 19 diputados y 18 senadores a los que se llama la Comisión Permanente que labora durante los recesos legislativos.

Pues bien, la prensa escrita acusa al Senado de comprar, dentro de la grave crisis que afecta a un gran número de mexicanos, 2 mil agendas para usarlas en al año que ya está próximo, por legisladores, sus asistentes y demás personal adscrito, con un costo de 150 mil pesos, eso dice la nota periodística, haciendo hincapié que a pesar de manejarse un discurso de austeridad. Creo que el costo de las dos mil agendas es insignificante si tomamos en cuenta que se aprobó por el Poder Legislativo un Presupuesto de Egresos para la Federación de un poco más de tres billones de pesos. Quizá tenga razón la nota en que se están erogando en la compra de 109 relojes destinados a personal del Senado con un costo total de 190 mil pesos, mas la verdad es que así llegaran a tiempo a sus labores. Se agrega que el Senado pagó casi medio millón de pesos para un evento del gremio sindical formado por trabajadores de la Cámara de Senadores. El acabose, según la nota informativa, el Senado contrató los servicios de un grupo musical, con variedad, que amenizaría el evento de los trabajadores con motivo del Día de las Madres, por el que erogaría la suma de 168 mil pesos. Dos casos en que hay obligación por disponerlo así el contrato de trabajo.

A lo anterior, la nota reseña la adquisición de 500 medallas conmemorativas de las gestas históricas de la Independencia y la Revolución Mexicana, con un costo de 216 mil pesos. Aclara que con todo y estuche. Añade la nota que también gastaron 188 mil pesos para la adquisición de monedas troqueladas en plata con motivo del inicio de la 61 Legislatura el primero de septiembre de este año. Que en la contratación de servicios profesionales de asesoría y consultoría en materia parlamentaria, el Senado gastó un cuarto de millón de pesos, en un contrato con vigencia de septiembre pasado al 21 de agosto del año de 2010. El colmo, que revela que detrás de la nota hay una exageración, enlista la compra de carne de res y de cerdo para la alimentación de los senadores en un rango de entre 20 mil y 48 mil pesos. Creo que todo lo hasta aquí enumerado son erogaciones normales de un cuerpo colegiado. No hay exceso en el gasto ni se dispuso de cantidades exorbitantes que puedan causar extrañeza.

Me da la impresión que la nota tiene como origen el golpeteo que se están dando en las alturas los que aspiran a la Presidencia de la República en 2012. Solamente que a pesar de que la nota habla de austeridad, para resaltar que se está gastando más de lo debido, los datos que consigna no indican un gasto excesivo. Eso si pensamos en que no vemos a senadores gastando cientos de miles de millones en publicidad buscando forjarse un cartel como candidatos, con costosos espectaculares, en los que por supuesto aparece la cara del aspirante con una sonrisa de oreja a oreja. Aquí se presenta un bosquejo de lo que les espera a los que pretendan figurar como candidatos de un partido político a ocupar la casa de Los Pinos. En esa lista veremos zancadillas, trompicones, celadas, estorbos, moquetes, trompadas, patadas y golpes bajos.

En fin, escribe Jesús Silva-Herzog Márquez, extraordinario y certero comentarista, en su colaboración de ayer en la página editorial de El Siglo de Torreón, que nos preparemos para una batalla entre derechas en 2012, sorprendiendo que el PAN haya encontrado en el PRI un compañero tan dócil, tan dispuesto a abandonar su compromiso con el Estado laico a cambio de alguna bendición dominical.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 489302

elsiglo.mx