A nivel nacional e históricamente, las campañas políticas en México parecen haber sido diseñadas por oligofrénicos y dirigidas a retrasados mentales. Ya sabemos que detrás de ellas están las agudas mentes de asesores, actuarios, comunicólogos y mercadotecnistas… pero el desprecio generalizado que el ciudadano común siente hacia los actores y los procesos políticos indica que no tienen muy buena puntería que digamos.
Las actuales campañas a la presidencia municipal de Torreón forman parte de la mercería de botones de muestra de lo poco inteligentes que son (y nos consideran) aquellos que pretenden gobernarnos. Algunos ejemplos:
En diversos puntos de la ciudad, el automovilista se topa con espectaculares que, a lo lejos, presentan el rostro de una mujer joven, un amasijo de líneas, el escudo de ese negocio familiar llamado PVEM y, destacando en letras grandes por sobre toda otra escritura, la palabra “Renuncio”. Incluso habiendo vivido medio siglo en este país surrealista y cínico, aquello me pareció sorpresivo: todavía no la elige nadie (y sus probabilidades son microscópicas), y ya botó el trabajo. Cuando uno se acerca, resulta que se trata de la propaganda de la Lic. América Ruedas Tello, candidata de esa entelequia que ni es Partido ni es Verde ni es Ecologista. En las líneas con letras pequeñas ofrece que si no crea empleos, en efecto, renuncia. Pero la primera impresión es que ya aventó el arpa antes de que se abra el telón. ¡Muy sabio!
Otro: En el parabrisas trasero de un automóvil me encontré una de esas calcomanías gigantes para carros: en ella estaba un felino muy contento que portaba el escudo del PAN. Encima, la leyenda decía:
“Ya rugiste León”, supongo que haciendo referencia al candidato blanquiazul Jesús de León. Sin duda los propagandistas se quebraron la cabeza varios días, pensando en qué imagen podrían usar para representar a alguien que tiene por apellido de León. Lo bueno es que su apelativo familiar no es Garza, Borrego o Salmón; y que el candidato no se llama Marciano o Leandro, que si no…
Además, hasta donde se sabe, aún no ruge. Y, la verdad, muchos ciudadanos estamos hartos de esa propaganda populachera y dizque campechana, que hace ver a la política todavía más barata de lo que de por sí ya es.
Eduardo Olmos se presenta como Mesías del Bolsón de Mapimí con el lema “Rescatemos Torreón”. ¿De qué? ¿De la ineptitud de la actual Administración? ¿De los zapes que nos pega su patrón el Profe, nomás porque hace cuatro años aquí le hicimos el feo? ¿Del precio de los boletos para ir a ver a Ricky Martin? Lo peor es que todas esas invocaciones las hace enfundado en una camisa rojo furioso… que nos remite a la campaña presidencial de hace tres años, que perdiera estruendosamente el PRI, básicamente por lanzar como candidato a una alimaña impresentable como Roberto Madrazo. ¿A quién se le ocurre recordarle tan penosa situación al culto público lagunero, vistiendo al candidato como maraquero de algún conjunto musical de ejido (de la Onda Grupera, de preferencia)?
Total, que las campañas reflejan la inteligencia y sensibilidad de nuestra clase política. O sea, inexistentes.