Cultura Cultura columnas editorial

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

RAMÓN Y RAYMUNDO LE DAN LA MANO A UNA VIUDA

JUAN RECAREDO

La mano es una palabra especial. Es una de las pocas palabras en nuestro idioma que, siendo del género femenino, terminan en "o" y eso causa muchas confusiones. Nosotros acostumbramos decir en diminutivo "la manita" pero hay muchos hispanohablantes que dicen "la manito" y aunque nos duela decirlo, creo que ellos tienen la razón.

Mancebo es un muchacho, un joven, pero en sus orígenes el mancebo era un servidor... No digo que fuera yo, porque ya ve que aquí en México tenemos esa costumbre de aludir a uno mismo como "un servidor". Me acordé de mi Tío Prosopopeyo que contaba de una novia que tuvo y a la que un día le propuso: "Quiero que te cases con un servidor", y me hizo caso -se quejaba el Tío-, se casó con un mesero.

El mancebo se llamaba así porque era un esclavo que ejecutaba la acción de servir y eso se simboliza como "hacer trabajo con las manos".

"Meter la mano" es intervenir en asuntos ajenos, aunque si le quitamos el artículo intermedio nos queda el "mete mano" que nunca falta en el metro con la aviesa intención de robarle a uno la cartera o darle una lúbrica tentada a alguna chica guapa que está "atada de manos" porque no puede defenderse.

Cuando alguien no pierde la oportunidad de hacer notar su autoridad y en todo mete la mano -así se dice, aunque ya sabemos que mete todo- y cuando hay intervención traicionera o subversiva se dice que hubo "mano negra".

Cuando un sujeto regresa a su casa después de una fiesta, muy alegre y lo detienen los del operativo antialcohólico le van a decir: Mire nomás, viene usted hasta las manitas, mi estimado y que no se le ocurra levantarle la mano a un oficial porque ahí sí que ya no lo salva ni la mano de Dios. Tendrá que "embarrar" algunas manos con billetes para "ver cómo nos arreglamos, mi jefe, usté diga".

Hacer algo "mano con mano" es formar un equipo y cuando alguien necesite su ayuda le pedirá "échame la mano, ¿no?".

Hay muchas otras expresiones como "ser mano" que significa tener posición preferente principalmente en los juegos de azar. También "tener buena mano", "quedar a mano" o "estar a mano" y el hombre de negocios que apenas hace unos años llegó aquí con "una mano atrás y otra adelante".

Bueno, pues yo termino mi comentario dándole un adiós con la mano y recordando aquel refrán que es como una advertencia: "El que con su mano se lastima, que no gima". ¿Cómo dijo? Escríbale a Don Juan Recaredo:

Escriba a mi correo electrónico y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

La Sra. Yolanda Rodríguez de Vega de San Luis pregunta: Todos conocemos las tiendas de abarrotes pero ¿qué son exactamente los abarrotes? ¿Son los comestibles, no es así?

Los abarrotes no son comestibles. Hay muchos españoles que tienen tiendas en México y a las que vendían latería, carnes frías, etc. les llamaban "tiendas de ultramarinos" porque sus mercancías eran traídas de ultramar, o sea del otro lado del Océano. Esas mercancías viajaban empacadas en unos fardos especiales. Esos fardos son los abarrotes.

El dinero es como el papel sanitario: cuando se necesita, se necesita ¡ya! ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 415798

elsiglo.mx