HAY CONTRACCIONES QUE SON DE LEY
Voy a conocer A EL papá de mi novia
A veces pecamos de ultra correctos
En este caso quiero referirme a lo que en el estudio del lenguaje se llama contracciones, casos en que dos palabras se unen y forman una sola. En nuestro idioma se dan muy pocos casos de contracciones obligatorias. De hecho son pares y no llegan a cuatro, o sea que son dos.
Fíjese por favor muy bien para que no se haga bolas:
No debemos decir A EL porque las contracciones, como en el caso de las embarazadas, son obligatorias, tienen qué darse y esta es una de ellas.
Cuando se juntan la preposición A y el artículo EL, por regla gramatical se deben juntar y producir la contracción AL.
Voy a conocer AL papá de mi novia
Lo mismo sucede con la preposición DE y el artículo EL:
Vengo DEL lugar donde nací ¡Muy bien!
En español, nada más hay esas contracciones con carácter obligatorio: AL y DEL. Solamente cuando el artículo EL es parte de un nombre propio o cuando hace funciones de pronombre, entonces no hay contracción: Suponga usted que hay un restaurante que se llama El Rinconcito. Ése es el nombre completo: El Rinconcito.
Entonces, si usted quiere platicar que fue a ese lugar, no debe usar la contracción. Fuimos a comer AL Rinconcito, no. Lo correcto sería: Fuimos a comer A EL Rinconcito. Así sí, para que se conserve completo el nombre del lugar.
Cuando ÉL está haciendo funciones de pronombre, debe llevar acento para diferenciarlo del artículo EL y en ese caso tampoco se puede contraer. Por ejemplo: Este libro es de él.
Estamos diciendo ÉL en lugar de decir el nombre, porque se supone que nuestro interlocutor ya sabe de quién se trata, ya sabe quién es el dueño de ese libro al que nos estamos refiriendo.
¡Uf! Esto de las contracciones es difícil. Se pone uno a dar explicaciones y queda agotado
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO: Mi maestro nos dice pollinos. ¿Qué es un pollino? Yuliana.
RESPUESTA: Un pollino es un burro de corta edad.
Frase estadística para terminar: Avanzados estudios demuestran que de cada diez personas que hablan español, cinco son la mitad. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!