Cuando mi amigo y siempre bien recordado, Manuel García Peña, quería tratar algo importante en el despacho de abogados, citaba a un Rendez Vous, o sea a una reunión de amigos, para platicar cordialmente de un tema de interés mutuo.
Todos sabíamos que a esas reuniones iba uno con la mayor disposición posible, porque se trataba de encontrarse con amigos y hablar con toda la honestidad de que se podía ser capaz.
Nadie estaba realmente obligado a asistir, pero si acudía, era para aportar cosas buenas, en la medida de las capacidades de cada cual.
La reunión se efectuaba en una mesa oval, de manera que todos pudieran ver a la cara a todos, porque la expresión corporal dice mucho a la hora de dialogar.
Desde entonces desconfío de una persona que no me mira a los ojos cuando me está hablando. Tengo la sensación inequívoca de que algo me oculta.
Pero lo del rendez vous, viene a cuento, porque hace unos días, justo en el de la amistad, nos reunimos en Saltillo, un grupo de amigos, cuyo común denominador fue la relación que nos une con quien fuera secretario de Gobierno, licenciado Carlos Juaristi Septién.
Otro buen amigo, Antonio Karam, abrió las puertas de su casa para que nos reuniéramos ahí y dispuso una comida muy rica, acompañada de excelentes vinos.
Esa reunión y todas las vivencias que recordamos cuando se efectuó, me hizo pensar mucho en dos valores que rara vez se ven en la política: La amistad y la lealtad.
La mayoría éramos personas que trabajamos muy cerca de don Carlos, pero también había periodistas y políticos de otrora partidos otrora opositores.
Don Carlos fue quien determinó la lista de invitados, considerando que se convocara a aquellos que durante sus años de exilio forzoso, habíamos seguido en contacto con él de una forma u otra.
En el ambiente flotaba un sentimiento de amistad y de lealtad, no sólo al antiguo jefe, sino lo que es más importante al amigo, que tuvo que pasar grandes vicisitudes para probar que las imputaciones que le hacían carecían de sustento jurídico, por ser falsas.
Cuando agradeció la comida, don Carlos dijo, entre otras cosas: Vuelvo a esta ciudad, sin rencores, ni odios, vuelvo a estar con mis amigos, con mi familia y la gente que quiero.
Y en realidad, parecía que nunca se había ido. Se le veía igual, fuerte, vigoroso, bromista, vital, como siempre.
Seguramente, para él, fueron años muy difíciles. Sobre todo por estar separado de su familia, que me consta es tan importante en su vida.
Pero los amigos se mantienen unidos a pesar de la distancia y más ahora con tanto medio de comunicación.
Vía Internet, leía los periódicos de Saltillo y Torreón y él mismo cuenta que de manera especial, nos leía a: Armando Fuentes (Catón), Roberto Orozco Melo y a mí.
En mi caso lo hacía para saber, según me dijo, mi estado de ánimo y yo añadiría que para reclamarme cuando no estaba de acuerdo con lo que escribía. Si mi teléfono sonaba el sábado muy temprano, sin duda era él para contradecirme.
Pero en varias ocasiones, cuando estaba triste y lo reflejaba en mis escritos, me llamaba para darme ánimos, lo que siempre le agradecía.
Suele decirse que en política los amigos son de mentira y los enemigos de verdad. Pero ese día nos encontrábamos con don Carlos amigos de verdad, porque siempre recibimos de él, precisamente eso: Amistad y apoyo incondicional.
Por eso confirmo mi creencia de que la mejor siembra es la de amistad. Sincera, franca e imperecedera.
Mención aparte merece la lealtad, porque se suele ser "leal" por interés o conveniencia. Pero serlo honesta y francamente, rara vez se ve.
Muy orgulloso debe sentirse don Carlos de conservar esos lazos de amistad y lealtad que supo cultivar con tanto esmero, durante muchos años, porque no es fácil generar esos sentimientos en un mundo tan materialista como el nuestro.
Yo me enorgullezco de contarme entre sus amigos leales y espero que muy pronto, volvamos a chocar las copas y a brindar por la amistad y los tantos años de andar juntos por esta Tierra.
Por eso, hoy como siempre digo: "Hasta que nos volvamos a encontrar que Dios te guarde en la palma de Su mano".