Alge Crumpler, de los Titanes de Tennessee perdió el balón, después de recibir un golpe de Jim Leonhard y Bart Scott de Baltimore. Los Cuervos, que avanzaron a los playoffs como comodín, están ahora a un triunfo de llegar a su segundo Super Tazón.
A los Titanes de Tennessee se les apareció un temible fantasma en el año 2000 y ayer ese espectro tuvo otra aparición terrible en Nashville.
La historia se repitió ayer. Mientras el reloj avanzaba y la inoperancia de los Titanes se evidenciaba más, todo parecía encaminarse a esa premonición de echar por la borda una gran temporada una vez más.
Como en la campaña del 2000, los Titanes ostentaron el mejor récord de la liga y fueron eliminados por Baltimore.
Los desfavorecidos Cuervos sorprendieron 13-10 a los Titanes y por segunda vez en la historia de estas dos franquicias en enfrentamientos de play off, echaron por tierra lo que se vislumbraba como una gran campaña para Tennessee.
Un gol de campo de 43 yardas del veterano Matt Stover, dejándole 53 segundos y un tiempo fuera a los Titanes, fue lo que los Cuervos hicieron para salir adelante con este compromiso, que los catapulta al juego por el campeonato de la AFC, el primero desde 2000, cuando jugaron el Superbowl ante los Gigantes de Nueva York y se coronaron.
Tennessee echó de menos a Chris Johnson, su corredor titular. Una jugada en el segundo cuarto lo dejó fuera de la acción y Tennessee empezó a sufrir con su ataque por carrera.
Joe Flacco ha tenido una gran temporada de novato, pero este juego sin duda ha sido uno de los que menos podría presumir, aunque hizo lo suficiente para guiar a su equipo a un valioso triunfo.
El quarterback novato de los Cuervos de Baltimore completó apenas la mitad de sus intentos (11-22) para apenas 161 yardas y un touchdown.
La defensiva de Baltimore lució impecable, intimidante y, lo mejor de todo, muy oportuna.
En dos viajes de Tennessee a la zona roja, es decir, adentro de la yarda 20 de su oponente, los Titanes fueron incapaces de producir como en temporada regular y eso dio margen a que la defensa de Baltimore luciera imponente.
El safety fuerte Jim Leonard jugó un papel crucial: antes del medio tiempo recuperó un balón suelto en su propia yarda 22 y en el último cuarto fue él quien forzó un fumble que impidió de nuevo que Tennessee anotara, cuando provocó que el ala cerrada Alge Crumpler soltara el ovoide cuando se acercaba a la zona final.
Un gol de campo de 27 yardas con tres minutos restantes en el juego, por parte de Rob Bironas, permitió a los Titanes empatar el juego a 10, pero fue realmente lo más cerca que estuvieron.