En Washington, el presidente Barack Obama dijo que al-Megrahi no debía ser recibido como un héroe al arribar a Libia y que debía ser sometido a arresto domiciliar. (AP)
El gobierno escocés puso el jueves en libertad al libio Abdel Baset al-Megrahi, condenado a prisión por la bomba que derribó un avión en Lockerbie, a pesar de las protestas de Estados Unidos de que no merece compasión el responsable de la muerte de 270 personas.
En Washington, el presidente Barack Obama dijo que al-Megrahi no debía ser recibido como un héroe al arribar a Libia y que debía ser sometido a arresto domiciliar.
En una entrevista por radio, Obama dijo que su gobierno había dejado en claro ante las autoridades escocesas que Washington no deseaba la libertad del libio y que era "un error" dejarlo en libertad por razones humanitarias.
Mientras la Casa Blanca lamentaba la decisión y familiares de víctimas expresaban indignación, al-Megrahi salió de la prisión de Greenock y partió del aeropuerto de Glasgow a bordo de un avión de las aerolíneas libias.
"Pienso que es vergonzoso, repugnante y tan asqueante que apenas encuentro palabras para describirlo", dijo la estadounidense Susan Cohen, cuya hija de 20 años, Theodora, murió en el ataque. "No se trata de un acto de compasión. Es parte del darle a (Moamar) Gadafi todo lo que quiera para recibir petróleo".
El secretario de Justicia Kenny MacAskill dijo que se había deteriorado el estado de salud del detenido, que padece cáncer de próstata. Y pese a que sólo ha cumplido ocho años de una sentencia a por lo menos 27 años, agregó que lo liberaban por motivos humanitarios.
"Nuestras creencias disponen que además de hacerse justicia se debe demostrar compasión", dijo MacAskill, y falló que al-Megrahi "debe ser puesto en libertad por motivos humanitarios para que pueda regresar a Libia a morir".
"Algunas penurias jamás pueden curarse, algunas heridas nunca cicatrizarán", dijo MacAskill. "No se puede esperar que los dolientes perdonen y menos olviden... Sin embargo, el señor al-Megrahi enfrenta ahora una sentencia impuesta por una instancia superior".
MacAskill admitió que "muchos podrán estar en desacuerdo" con su decisión.
Al-Megrahi, de 57 años, fue condenado en el 2001 por participar en la destrucción del Vuelo 103 de Pan Am el 21 de diciembre de 1988.
El avión, que transportaba pasajeros en su mayoría estadounidenses a Nueva York, estalló cuando volaba sobre Escocia. Las 259 personas a bordo y 11 en tierra murieron cuando el avión cayó en la ciudad de Lockerbie.
El ex funcionario de inteligencia libio fue sentenciado a un mínimo de 27 años de prisión en Escocia. Pero una revisión de su caso en el 2007 halló motivos para una apelación, y muchos en Gran Bretaña creen que es inocente.
La Casa Blanca dijo que "deploraba profundamente" la decisión.
"Como hemos dicho reiteradamente a funcionarios del gobierno del Reino Unido y a las autoridades escocesas, seguimos creyendo que Meghrabi debería cumplir la totalidad de su sentencia en Escocia", dijo la presidencia en un comunicado. "En este día, expresamos nuestra más profunda solidaridad a las familias que sobrellevan diariamente la pérdida de sus seres queridos".
El regreso de al-Megrahi casi seguramente será todo un acontecimiento en Libia y causa de celebración. Muchos de sus compatriotas le consideran una víctima inocente, chivo expiatorio de Occidente en una campaña para convertir a su país en una paria internacional. Muchos además consideran su libertad una victoria moral para Libia.