Un crucero ruso que había luchado por salir de una enorme porción de mar congelado por cinco días llegó finalmente a aguas de la Antártica.
El rompehielos Capitán Jlebnikov se atascó en el hielo con 101 pasajeros a bordo al comienzo de la semana, no muy lejos de Snow Hill Island en el Mar de Weddell, cerca de la costa de la Antártica.
El barco necesitó todos esos días para librarse, dijo el viernes la vocera de Fareastern Shipping Co., Tatyana Kulikova.
Kulikova dijo que el crucero necesitará tres días más para volver a Ushuaia en la costa de Tierra del Fuego, Argentina, una semana completa después de la fecha en la que se supone terminaría su recorrido.
Kulikova dijo que el clima antártico es imprevisible en la primavera. "Es imposible evitar que las condiciones del hielo empeoren con un clima que cambia tan rápidamente", agregó.
Las autoridades informaron que los pasajeros no corrieron ningún peligro.
"Es parte del turismo antártico, siempre le advertimos a los pasajeros sobre posibles retrasos", dijo en un comunicado Vyacheslav Naganyuk, director de la flota de rompehielos en Fareastern Shipping Company. "Los turistas presenciaron las dificultades reales de navegar en medio el esplendor de la Antártica, creo que tendrán recuerdos especiales de esto".
El crucero era vendido como una oportunidad singular de ver pingüinos emperador en su hábitat natural. El rompehielos finlandés ha servido como crucero por varios años y tiene dos helicópteros.
Kulikova dijo que se espera que el rompehielos haga otro viaje a la Antártica en el otoño. Los viajes de dos semanas a bordo del Capitán Khlebnikov para ver a los pingüinos van de los 13,890 dólares a los 22,690 por persona.
