¿Dónde está el voto?. Un grupo de iraníes se manifestó en Madrid contra el resultado en las elecciones de su país; hasta el momento el Gobierno de Irán no ha reprimido las manifestaciones que ya cumplieron una semana.
El líder supremo iraní afirmó ayer que las disputadas elecciones presidenciales no fueron manipuladas y advirtió enérgicamente a los manifestantes que deberán atenerse a las consecuencias si continúan con sus manifestaciones masivas en reclamo de una nueva votación.
El ayatolá Alí Jamenei respaldó al presidente Mahmud Ahmadineyad y no ofreció concesiones a la Oposición. De hecho cerró todas las puertas a una posible nueva elección, calificando los comicios del 12 de junio como una "victoria absoluta".
Sus afirmaciones plantean un dilema al candidato opositor Mir Husein Musaví y sus partidarios: abandonar sus reclamos de una nueva elección o volcarse nuevamente a las calles en desafío al hombre a quien la Constitución nacional le otorga poderes casi ilimitados.
Los cibersitios de los partidarios de Musaví no reaccionaron inmediatamente a la advertencia de Jamenei. No anunciaron cambios en los planes de marchar hoy a las 4 de la tarde desde la Plaza de la Revolución hasta la Plaza de la Libertad, escenario de una manifestación masiva del lunes que concluyó con choques fatales entre manifestantes y una milicia progubernamental.
Jamenei acusó a la prensa extranjera y a las naciones occidentales de tratar de crear una división política y de provocar el caos en Irán.
"Algunos de nuestros enemigos en diferentes partes del mundo intentaron representar esta victoria absoluta, esta victoria definitiva, como una victoria dudosa", dijo, según una traducción oficial en el canal estatal de televisión en inglés. "Es vuestra victoria. Ellos no pueden manipularla". Jamenei dijo que los 11 millones de votos que separaron a Ahmadineyad de su principal adversario, Musaví, eran prueba de que no hubo fraude. Ahmadineyad escuchó el sermón desde la primera fila.
"Si la diferencia hubiese sido de 100,000 o 500,000 votos o un millón, bueno, uno podría decir que pudo haber habido fraude. ¿Pero cómo se puede manipular once millones de votos?", se preguntó Jamenei durante las oraciones de ayer en la Universidad de Teherán.
Musaví y sus partidarios han protagonizado manifestaciones callejeras masivas en los últimos días que plantearon el mayor desafío al sistema islámico de Irán desde la revolución islámica de 1979 que lo instaló en el poder.
Hasta ahora, el Gobierno no ha reprimido por la fuerza a los manifestantes pese a una prohibición oficial sobre sus demostraciones. Pero Jamenei abrió la posibilidad de medidas más estrictas.
"En las urnas de votación debe determinarse lo que el pueblo quiere y lo que no quiere, y no en las calles", advirtió. "Insto a todos a poner fin a este método. De no hacerlo así, se responsabilizarán por el caos y las consecuencias".
Condenan elección
La Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó mediante una resolución bipartidista, la campaña de represión contra los manifestantes en Irán tras los comicios de hace una semana.
La medida "condena la continua violencia contra los manifestantes por parte del Gobierno de Irán y milicias progubernamentales, así como la continua represión gubernamental (...) a través de su interferencia de la Internet y teléfonos celulares" . También expresa el "apoyo a todos los ciudadanos iraníes que respaldan los valores de la libertad, los derechos humanos, las libertades civiles y el imperio de la Ley" . A su vez, Más de cien personas se manifestaron ayer en Madrid para protestar por la falta de transparencia del Gobierno iraní en las elecciones presidenciales del pasado día 12 y para denunciar violaciones de derechos humanos y detenciones irregulares. Los asistentes, mensajes como "Esto no es una elección, es una selección" o "Basta de represión".
