Reos. Inmigrantes indocumentados son trasladados a una sección nueva de la cárcel, donde cumplirán sus sentencias, antes de ser deportados a sus países.
Los latinos son el grupo más numeroso en las cárceles de Estados Unidos de Norteamérica.
Apenas el lunes se dio a conocer que la cantidad de ingresos de indocumentados a Estados Unidos había disminuido, aunque los mexicanos siguen siendo los principales. Sin embargo, los latinos son el grupo que más numeroso en las cárceles norteamericanas.
Por primera vez desde el año 2005, el número de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos se redujo en enero de 2008, último mes con cifras disponibles, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
El informe anual de dicho Departamento, recientemente publicado, revela que la cifra de inmigrantes ilegales que vivían en el país en enero de 2008 es de 11.6 millones, mientras que en el mismo mes de 2007 era de 11.8 millones.
En cuanto a la procedencia de estos indocumentados, México sigue siendo el país de origen mayoritario, de donde viene un 61% de la población ilegal, seguido, en porcentajes mucho menores, de otros países latinoamericanos.
Si se toma en cuenta que los hispanos son el 13% de la población que vive en Estados Unidos y que de la población carcelaria, éstos representan el 40% las cifras toman un sentido diferente.
De los internos en cárceles norteamericanas, según un reporte del Centro Hispano Pew que reproduce la BBC, en cuanto orden racial siguen los blancos (27%), luego negros (23%) y un resto de 10% de asiáticos y otros orígenes.
Pese al pandillerismo de Maras y la Mafia Maravilla Mexicana en Estados Unidos, amén de la alianza entre bandas criminales que residen en el país vecinos con narcotraficantes mexicanos, la mayoría de los latinos presos están internos por razones migratorias.
Por lo que la respuesta de los defensores de derechos humanos de los migrantes es que la política migratoria debe cambiar.
Judy Rabinovitz, vicedirectora de la Unión para Las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), considera, según el artículo publicado por la BBC, que esta política no sólo ha tenido efecto sobre los individuos sino sobre todo el sistema judicial en su conjunto.
"Buena parte de los recursos se utilizaron en perseguir a inmigrantes por faltas no violentas en vez de ir, por ejemplo, tras delitos financieros o crímenes violentos como hubiera de esperarse", señaló.