El Instituto Nacional de Antropología e Historia visitó el templo durante el pasado mes de octubre del 2008 pero sólo hicieron la recomendación de la rehabilitación de las paredes del lugar y no realizaron una valoración de los retablos.
DAÑOS | Obras de arte muestran cuarteaduras y manchas de humedad.
Cuencamé, Dgo.- En el Templo de San Antonio de Padua existen lienzos y retablos que se encuentran en deplorables condiciones; el párroco del lugar, Pascual Lizardo Casas, quien está a cargo de la iglesia desde hace dos años, asegura que el anterior sacerdote, al ver que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hizo caso omiso de las llamadas que éste realizaba, decidió restaurar uno de los retablos, por lo que al parecer fue multado por el organismo gubernamental.
Durante el mes de octubre del año pasado, representantes del INAH realizaron una visita al templo, por lo que hicieron la recomendación de que las paredes del lugar debían ser enjarradas para proteger la cantera y resaltar los retablos y lienzos con que se cuenta, pero ignoraron los lienzos que muestran múltiples daños como cuarteaduras, manchas de humedad y demás.
Los dos retablos que se encuentran en el interior del templo muestran daños; uno de ellos incluye imágenes de la Virgen del Refugio y la Virgen de Guadalupe, mientras que el otro es el que le da vista al Señor de Mapimí. Tanto las autoridades eclesiásticas como la feligresía muestran descontento por el poco interés que han tenido las autoridades correspondientes por conservar este patrimonio.
Hilda Castro Bojórquez
El Siglo de Durango