GRAN LABOR. Con poca visibilidad por el humo concentrado en la casa, los bomberos controlaron el siniestro.
Descalzo, con la pijama puesta y modorro, Benito, de 16 años, se tuvo que salir de su casa porque estaba envuelta en llamas.
Se asustaron
María del Carmen y Petra Arellano Muñoz, de 18 y 19 años, respectivamente, estaban en su vivienda marcada con el número 293 de la calle San Lorenzo del fraccionamiento San Antonio de Gómez, cuando, según ellas, escucharon una explosión que provino de la cocina, ayer a las 10:00 de la mañana.
Las jóvenes se acercaron y se percataron de que la parte delantera de la casa se estaba incendiando.
De inmediato, Petra fue a despertar a Benito, quien se encontraba dormido en su habitación.
Incertidumbre
Al ver una gran nube de humo, los vecinos se aproximaron a la casa de los Arellano Muñoz para ver en qué podían ayudar.
En unos minutos arribaron al lugar los bomberos, una ambulancia de la Cruz Roja de Gómez, así como varias patrullas de la Policía Municipal.
Los tres jóvenes fueron revisados por los paramédicos, quienes los calmaron, ya que sufrieron de crisis nerviosa.
Ninguno de los afectados resultó lesionado, aunque sí presentaron algo de intoxicación por el humo.
Los agentes policiacos retiraron a los mirones para que los bomberos pudieran hacer su trabajo.
Cuantiosos daños
La cocina, el comedor, la sala y demás muebles fueron consumidos por el incendio. El techo y las paredes quedaron completamente ahumados.
Con el calor concentrado al interior de la vivienda, los vidrios de las ventanas explotaron.
Mercancía para vender en fayuca y adornos de la casa quedaron hechos cenizas y otros más dañados por la lumbre.
Otra explosión
Mientras el fuego era controlado, se escuchó una explosión en el bóiler.
Al parecer, el calentador del agua se apagó, pero el gas se escapó y el fuego hizo que explotara.
La gente se asustó al escuchar el estruendo.