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Cuando se retiró de las duelas en abril del 2003 ya era inmortal. Hoy, el Salón de la Fama del basquetbol simplemente lo hace oficial al abrirle las puertas a Michael Jordan, el mejor jugador que haya pisado la faz de la Tierra. Jordan será acompañado en su ingreso por el armador John Stockton, el poste David Robinson y los entrenadores Jerry Sloan y Vivian Stringer, quienes, al igual que en el pasado, serán opacados por la presencia del hombre que con su espectacular estilo de juego llegó a alturas inimaginadas.