Visita Irán. El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed ElBaradei (c), llega a Teherán, Irán.
El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed ElBaradei, llegó ayer a Irán para tratar con responsables iraníes sobre la polémica surgida en torno a la segunda planta de enriquecimiento de uranio, informó la televisión estatal.
Según la misma fuente, el diplomático egipcio tiene previsto entrevistarse con el director del Organismo de la Energía Atómica iraní, Ali Akbar Salehi, además de otros responsables de la cuestión atómica en Irán.
Se prevé que el principal tema de discusión sea la inspección a la planta de "Fordu", que expertos iraníes construyen desde hace meses bajo una colina cercana a la ciudad santa de Qom.
El proyecto se conoció el 25 de septiembre envuelto en polémica, después que el presidente estadounidense, Barack Obama, lo revelase y acusa a Irán de engañar al mundo al emprenderlo de forma clandestina.
El régimen iraní insiste en que no ha actuado en secreto ya que informó por carta al OIEA el 21 de septiembre, escasos cuatro días antes de la intervención del mandatario norteamericano.
Ayer, su colega iraní, el ultraconservador, Mahmud Ahmadineyad, volvió a reiterar que Obama cometió "un error de bulto" con su declaración y que Irán no ha ocultado nada.
Sin embargo, días atrás, ElBaradei apoyó al tesis de occidente al afirmar que Irán debió informar de su proyecto al momento en que decidió poner la primera piedra. Pero, el régimen de Teherán insiste, en que, según su interpretación del Tratado de No Proliferación Nuclear, no tenía obligación de informar hasta 6 meses antes que la planta sea alimentada con combustible atómico.
Obama, secundado por su colega galo, Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico, Gordon Brown, exigieron a Irán que abriera la nueva instalación a los inspectores, demanda que también apoyó Rusia y China.
Con ese objetivo, el de coordinar las inspecciones, llegó ElBaradei, quien estará 24 horas en la capital iraní y que al parecer no visitará la planta.
El diplomático egipcio aprovecha la visita, además, para despedirse de las autoridades iraníes antes de abandonar la dirección de este organismo dependiente de la ONU.
