Árboles. Aspecto de una plantación de árboles de Navidad en Villa del Carbón, un poblado mexicano situado en el Estado de México. ARCHIVO
TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.- Recuperar las zonas deforestadas del Estado de México requeriría cuando menos 10 años y una inversión superior a los 3 mil millones de pesos, consideró el delegado de la Comisión Nacional Forestal, Óscar Zárate Arenas, al destacar que en todo el territorio mexiquense hay alrededor de 200 mil hectáreas forestales con algún grado de perturbación.
Dichas perturbaciones son resultado de la tala ilegal, los incendios, las plagas y el desmonte con fines agrícolas; sin embargo, sobre todo de urbanización, indicó el funcionario federal.
Destacó que actualmente se tiene un ritmo en la reforestación, sin embargo el daño ocasionado a los bosques mexiquenses sigue siendo de unas 7 mil hectáreas al año.
MAPA DE RIESGOS
Indicó que actualmente los bosques con mayor grado de perturbación en la entidad se localizan en las inmediaciones de las Lagunas de Zempoala -límites con Morelos-, algunas áreas del Nevado de Toluca y también en municipios como Otzolotepec, Temoaya y en la cuenca Lerma-Chapala.
El funcionario también detalló que se presentan alteraciones importantes en macizos forestales del parque Iztacihualtl-Popocatépetl.
Advirtió que aún cuando la tala ilegal continúa teniendo un impacto importante en las zonas forestales de la entidad, es mayor el daño y el impacto que se está dando con el avance de la frontera urbana.
"En este momento nos parece que inclusive por encima de la tala la amenaza más fuerte es la del cambio de uso del suelo; hay un crecimiento explosivo de la población en muchas comunidades que en muchas ocasiones llevan a perder esas superficies en una tala hormiga, que se convierte a fin para generar zonas habitacionales", destacó.
ZONAS URBANAS
El fenómeno del cambio de uso de suelo para fines habitacionales se registra con mayor intensidad en municipios que se localizan en la frontera urbana en municipios como Naucalpan, Jilotzingo y Huixquilucan.
De hecho se estima que 7 mil hectáreas tanto de bosques como de pastizales son las que arrasan los incendios cada año, mientras que otras 7 mil se pierden por el cambio en el uso del suelo, reportan autoridades mexiquenses.