De un balazo en el pecho le cortó la vida un desconocido.
Datos. En otro evento, un joven resulta lesionado tras recibir un disparo.
En las primeras horas de ayer, ingresó a una de las salas del Servicio Médico Forense (Semefo) el cadáver de un joven de 25 años al que se le apreció una herida producida por proyectil disparado por arma de fuego en el tórax; su amigo, quien caminaba con él en un camino vecinal, dijo que sólo se escuchó el disparo y el muchacho cayó muerto, informó la Dirección Estatal de Investigación (DEI).
Carlos Flores Reyes, de 25 años, quien tenía su domicilio en calle Tiziano, número 137, del fraccionamiento Renacimiento, cerca del Fidel Velázquez, dejó de existir tras recibir un balazo en el pecho.
Eustolio Soto Martínez, de 37 años, declaró ante las autoridades que él iba caminando con Carlos por el camino que conduce al poblado Mesa de la Gloria, municipio de la capital y que de pronto se escuchó un balazo y sólo vio cómo su amigo cayó muerto.
Se calentaron los ánimos. Pedro Sifuentes Amaya, de 26 años, vecino del poblado Carrizo, municipio de Durango, ingresó a una de las salas del Hospital General donde le apreciaron una herida de bala en el abdomen, lesión que le ocasionó su vecino Erasmo Ruiz Romero, de 38 años, luego de que salieron de pleito bajo los efectos del alcohol.
