Lo que sea, es bueno
Durango. Los contenedores de mercados públicos y la basura que deja en el exterior de su domicilio el ciudadano común, recobran importancia para un número cada vez mayor de personas de escasos recursos.
Hay aquellos que buscan algún material reciclable que pueden vender, pero otros encuentran en bolsas y botes malolientes algo que llevarse a la boca para mitigar el hambre que acumulan de horas o días.