Ejecutivos. Wells Fargo funcionario ejecutivo principal, John Stumpf, director ejecutivo de Morgan Stanley John Mack y el ejecutivo del Banco Richard Davis, y Lewis.
WASHINGTON, EU.- El presidente Barack Obama consiguió ayer el respaldo a medias de los principales banqueros del país para deshacerse de la deuda o los activos "tóxicos" a través del plan propuesto recientemente por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.
Tras una reunión celebrada a puertas cerradas, algunos de los participantes revelaron que el encuentro fue "muy productivo" y que, a pesar de no haber consenso en todos los puntos, se consiguieron acuerdos importantes.
"El mensaje clave del encuentro es que estamos todos juntos en esto", manifestó John Stumpf, presidente ejecutivo de Wells Fargo, al hablar en nombre de los banqueros. La reunión en la Casa Blanca se ha producido en la antesala de una cumbre del Grupo de los 20 (G-20) de la próxima semana en Londres, Inglaterra, donde se espera que Obama presente a los demás líderes mundiales sus planes para sacar a la recesión.
ACTIVOS TÓXICOS
Al comentar el encuentro de Obama con los banqueros, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs aseguró: "El presidente comenzó hablando de la importancia de hacerse cargo de los activos tóxicos y de que los bancos comenzaran a prestar dinero de nuevo". "Es apropiado decir que estuvieron de acuerdo en la necesidad de poner al día el marco regulatorio", añadió el vocero de la Casa Blanca, para revelar así la intención del Gobierno de meter en cintura a los banqueros tras una década de regulación bastante laxa o permisiva.
Precisamente, apenas el pasado jueves el Gobierno anunció su plan para modificar las normas financieras, incluida la creación de un único regulador para controlar cualquier firma cuya caída pueda amenazar al sistema. Según trascendió, durante el encuentro el presidente Obama realizó muchas preguntas, aunque no les solicitó a los asistentes una devolución rápida de los fondos de rescate gubernamental. Además, agregó que "sabemos que se cometieron errores" en los bonos a los ejecutivos, un asunto que generó una ola de rabia en todo Estados Unidos.
Ken Lewis, de Bank of America, apuntó que todos han entendido que la "era dorada" de las compensaciones bancarias se acabó.
Precisamente, uno de los temas abordados por el presidente fue el de las primas que cobran los directivos de las empresas que han recibido ayuda del Gobierno, especialmente importante tras el escándalo de la aseguradora AIG.
Tras el fin de esta reunión, fuentes de la Administración del presidente Barack Obama confirmaron que el próximo lunes el mandatario de Estados Unidos dará detalles sobre su plan de ayudas al sector automotriz, uno de los más afectados por la crisis, que ha puesto al borde de la quiebra al gigante General Motors y en serias dificultades a Ford y Chrysler.
