En nuestra Comarca Lagunera existen bellísimos parajes que son visitados año con año por estas fechas. Uno de los lugares más preferidos por los laguneros es el Río Nazas, sus elevados valores ambientales y sus atractivos naturales de elevado valor escénico, constituyen un marco espléndido para pasar un día de campo en compañía de nuestras familias. Las actividades que podemos combinar como primera opción, sin ocasionar daño alguno al ambiente, son la apreciación de los paisajes naturales, la observación de la naturaleza y el ejercicio aeróbico. Quizá estará usted de acuerdo conmigo que la actividad más fácil que no requiere más que una manta para recostarse plácidamente en una buena sombra de álamo o de ahuehuete y una elevada disposición al ocio, es la apreciación de la belleza que nos rodea. En lo personal prefiero caminar por los senderos que igual me llevan por paisajes desérticos que húmedos, subir a una loma desde donde pueda apreciar el paisaje como un todo, distinguir en la inmensidad del matorral las plantas con hojas en forma de roseta, principalmente en las laderas, como la lechuguilla y el maguey en los inclinados relices desafiando la gravedad la reina de los agaves la noa acompañada como casi siempre por la guapilla, los parches de palmas del desierto de más de dos metros de altura, en las partes bajas el matorral de hojas pequeñas representado dignamente por la popular gobernadora que cohabita con poblaciones de huizaches, con el casi inmortal ocotillo que resiste a la peor de las sequías, y con las olorosas especies de hojas y orégano.
Serpenteando entre el paisaje grisáceo y luminoso del matorral sobresale el verdor de una línea que bordea las riberas del río, se trata de la vegetación de galería en la cual sobresalen las especies arbóreas que dan la fisonomía de bosque. Árboles como el ahuehuete, el sauce, el álamo y el fresno se combinan y se alinean en la delgada línea verde. En algunas partes esta línea se estrecha aún más creando las condiciones para que aparezca detrás de los ahuehuetes y sauces el bosque de mezquite y huizache. En otras secciones el bosque da paso a una comunidad vegetal llamada sotobosque en el que predomina la jarilla junto a muchas otras especies.
Al fondo entre los árboles se puede observar el brillo del espejo del agua en diferentes tramos, completándose así el mosaico del fabuloso paisaje.
Cuando nos encaminamos hacia el bosque de galería esquivando las puntiagudas espinas de la lechuguilla, a veces con muy poca habilidad, aparece escondida bajo las piedras o a ras del suelo una gran diversidad de cactus, que ofrecen en corto, un nuevo elemento al singular paisaje. En este camino aparecerán movimientos rápidos de la fauna esquiva, propia del desierto, haciéndose evidentes las aves y algunos reptiles.
El bosque de galería nos dará una recepción menos cálida que el desierto, varios grados centígrados disminuirán al entrar a la sombra de los árboles, en un momento y en un breve espacio ocurre el cambio del clima seco y cálido del desierto al fresco y húmedo del bosque de galería, esto solamente lo podemos experimentar en ambientes riparios. Nuevos elementos aparecen en este sitio, el más importante sin duda es el componente acuático, responsable de buena parte de la biodiversidad presente, de todas sus características la que más nos impresionará será su corriente, su fuerza se escuchará en los rápidos o rifles como le llaman los lugareños, y su tranquilidad en los profundos y callados remansos. Aquí se podrá ver y oír una gran diversidad de aves, lo menos que se nos ofrece es el espectacular vuelo de la garza morena y de la garza blanca, y el acuatizaje de una parvada de patos.
En los remansos del componente acuático del mosaico aparecen las colonias de carrizo y de juncos, cuando debido al cierre de las compuertas de Las Tórtolas se forman las lagunas "permanentes", se observa la vegetación acuática.
Esto y mucho más lo podemos vivir en nuestro Parque Estatal Cañón de Fernández, en el Municipio de Lerdo, Durango, que inicia en el Norte en el paraje conocido como La Posta y llega hasta el Sur a los parajes de Nuevo Graceros, debajo de la Cortina de la presa Las Tórtolas.